Maribel: «Los ejecutivos deberían hacer ganchillo»

–La venden como la concursante más popular y cercana del concurso «MasterChef».

–Es que yo no sé actuar. Soy natural y no pretendo caer bien.

–Me imagino que el concurso de TVE ha cambiado mucho su vida...

–Bueno, vengo más a Madrid, me han publicado un libro de recetas con mi diario del concurso... Me veo en la portada del libro y no me lo creo.

–Pero...

–Pero sigo levantándome a las siete, yendo en bicicleta al mercado, haciendo ganchillo entre pucheros... Mi vida no ha cambiado.

–¿Qué aprendió?

–A convivir. Y cosas de cocina, claro.

–¿Y qué desaprendió?

–Nada. Nada me decepcionó. No iba con ideas preconcebidas.

–¿Es el ama de casa típica, con los pucheros a fuego lento y haciendo punto pelota?

–Esa soy yo. Y así es mi cocina: a fuego lento. La que aprendí en casa, la de toda la vida.

–En este país, ¿qué conviene poner a fuego lento?

–A todos nosotros: vamos demasiado deprisa.

–¿Y a quién pondría a hacer calceta?

–A los ejecutivos; los he visto haciendo punto y se lo pasan pipa. Es bueno para el estrés. Todos deberían hacer ganchillo.

–Enamorada de la cocina tradicional. ¿Se le atraganta Ferran Adrià?

–No. Es un gran estudioso de la cocina, un investigador. Pero yo no sé de eso. Soy mujer de cuchara y plato lleno.

–¿Amar la cocina tradicional es casi ser del PP?

–Qué cosas me pregunta. No sé. A mí, más que elegir a partidos, me gustaría elegir a personas.

–¿Viéndoles la carita?

–No: viendo sus acciones. Lo primero que tendríamos que ser es españoles.

–Enseña a hacer encajes de bolillo. ¿Le daría clases al Gobierno?

–¡Y dale con la política! Yo sé de labores de punto y cocina, nada más. Bueno, también sé hacer puñetas.

–Pues ya sabe dónde puede mandarme...