Colombia

Marina Danko: «Nunca pasaría por quirófano»

Marina Danko
Marina Dankolarazon

Cristina Tárrega entrevista a Marina Danko,

Siempre ha sido una señora de los pies a la cabeza. Una mujer de bandera por su belleza y por su personalidad. Tiene las ideas claras y está en un momento muy dulce de su vida, en el que afirma ser una mujer totalmente nueva. No en vano ha dejado de mirar los toros desde la barrera y se ha lanzado a la pista de baile con el concurso «¡Mira quién baila!». Me ha encantado hablar con Marina Danko, porque estar con ella en un tú a tú es sentir el equilibrio y la paz que transmite desde dentro.

–¿Cómo estás después de participar en «¡Mira quién baila!»?

–Muy bien. La verdad es que me vino de maravilla, fue un programa muy lindo.

–¿Por qué decidiste entrar en el concurso? ¿Fue una cuestión de imagen? No veas cómo se adelgaza y cómo se te queda el cuerpo...

–Ya me habían llamado antes, aunque estaba en otro momento de mi vida y dije que no, pero tenía dentro el gusanillo, me encantaba ver bailar a la gente en el programa. Y fíjate lo que es la vida, al cabo de los años, me volvieron a llamar.

–¿Te consideras una mujer bella?

–No, lo que me considero es una mujer con equilibrio. Estoy alcanzando un momento muy bueno de armonía y creo que eso se transmite y por eso la gente me ve bella. Nunca he presumido de ser guapa; me cuido mucho, eso sí, pero no como para sentirme bella.

–¿Cómo te cuidas, Marina?

–Lo primero y fundamental: con ejercicios básicos. Hay que tomarse un tiempo para uno porque es primordial, y tener constancia. Saber que, por salud, hay que cuidar mucho el cuerpo. Camino bastante, a veces hasta 10 kilómetros: me pongo mi música y voy encantada, no me entero del tiempo que pasa. Lo suelo hacer sola, a veces voy con mi hijo mayor y con el perrito, pero siempre me ha gustado hacer las cosas sola, incluso irme de compras. No necesito a nadie que me haga compañía, soy muy independiente y cada vez más. Es importante para encontrarte contigo misma, para sentirte más segura.

–Eres muy elegante vistiendo... ¿Qué tipo de prendas te gustan más?

–Cuando voy de compras tengo bastante claro lo que quiero. Poseo un estilo que se va adquiriendo con los años y llega un momento en que sabes lo que te va y lo que no. Siempre intento sacarle partido a mi físico. Me atraen las cosas exóticas, poco vistas, que no usa nadie. No me gusta imitar, prefiero la originalidad, que la gente sea diferente.

–Te encanta lo oriental, ¿no?

–Me encanta, cada vez más. Soy muy espiritual y sobre todo con el tema de las piedras. Todo el mundo me dice que soy muy exótica y creo que es cierto, porque no olvidemos que mi padre era húngaro y esas raíces me hacen volver a sentir. Yo nací en Colombia.

–¿Y qué queda de esa colombiana que llegó a España?

–Me gusta mucho el sabor de mi tierra, estar allí, con mi madre, que es lo máximo, con mis amistades, que las veo poco. Disfruto del ambiente porque la gente es muy cálida. Y eso me llena mucho.

–La mujer colombiana se cuida mucho...

–Muchísimo, no deja de cuidarse ni un minuto. Además, no tienen miedo al quirófano porque allí están los mejores especialistas.

–De los retoques que te has hecho, ¿de cuál te sientes más satisfecha?

–Retoques de quirófano no me he hecho ninguno. Me da pánico y quiero seguir siendo lo que soy, no quiero aparentar ni ser una cosa que no soy yo. Y cuando tenga las arrugas que tenga que tener, las aceptaré. La genética hace bastante, pero yo me cuido, aunque no soy obsesiva. No entraría en quirófano, prefiero envejecer con dignidad.

–Háblame de tu alimentación.

–La cuido también. Como mucho, me gusta comer y comer bien. Soy una persona que controla, aunque muy carnívora.

–¿Qué grupo sanguíneo tienes? Porque a las personas 0+ o 0- les encanta la carne...

–Soy B +, ¡pero me encanta!

–¿Cómo es tu rutina de cuidado de la piel?

–Lo principal es limpiarla bien por la noche, jamás me acuesto sin tenerla limpia. Por la mañana me lavo la cara con agua helada, me encanta muy fría tanto en el cuello como en la cara. Después uso una crema que hidrate mucho la piel y por supuesto, una protección solar.

–¿Cómo te proteges del sol?

–El sol me da energía, me encanta tener buen color y estar morenita, pero hay que cuidarse la piel. Primero me pongo una leche protectora bastante alta y luego, encima, una crema de protección solar que da un color precioso, pero no te digo cuál, que no quiero que nadie la tenga (risas).

–¿Crees que el amor es el mejor «antiaging»?

–Lo mejor es estar feliz contigo misma, estar contenta por dentro. Todo nace de dentro hacia afuera. La base es cómo te encuentres tú por dentro, porque se refleja fuera. En el momento que te encuentras bien, te sientes más bonita, todo te sale bien... Cuando estaba en «¡Mira quién baila!» la gente me decía que reflejaba mucha paz y tranquilidad.

–Tras la separación, ¿cuándo te diste cuenta de que tenías que cuidarte, de que tú eras lo más importante?

–Yo soy Marina y soy consciente de que me tengo que cuidar. El mundo me da igual, yo soy yo. No me cuido para el mundo, me cuido para mí, por salud, porque quiero vivir muchos años, sentirme viva. Es todo un cóctel que al final da resultados. Por supuesto, cuando estás enamorada eso también se refleja, estás más contenta, ves la vida de otra manera. Pero eso debería ser simplemente un complemento más, una causa para estar contenta. Lo importante es ser tú misma. Si luego hay una persona al lado que te hace feliz, ¡fantástico! Pero la felicidad te la da el equilibrio.

–¿La mujer de un torero nace o se hace?

–No voy a hablar de eso, es un capítulo cerrado de mi vida y forma parte del pasado.

–¿Y cómo te cuidas las manos?

–Cada dos semanas me hago los pies. Las manos, por supuesto, todas las semanas, me retoco las uñas y me doy un baño de parafina. Da una suavidad enorme y un aspecto mucho más sano.

–¿Sigues diseñando joyas?

–Sí, ya llevo 17 años en este mundo que me fascina y me encanta. Sigo creando mis colecciones dos veces al año. Voy sacando poquito a poco ideas que surgen en mi mente y la verdad es que estoy muy contenta.

–¿Tu ideal de belleza se refleja en esos diseños?

–Sí, totalmente, son un reflejo de cómo veo la vida. La vida para mí es color, soy bastante optimista, me río mucho, siempre estoy sonriendo. Todo eso se transmite en ellos; unos son más sutiles, otros más atrevidos. Depende de la ocasión, como todo en la vida. Pero, en general, mis diseños son modernos, atrevidos y con mucho colorido.

–El color es muy importante en tu vida...

–Sí, mucho. Siempre intento ponerme color, aunque me gusta muchísimo el negro. Pero llevo color hasta en invierno.

–Una prenda para el día y otra para la noche.

–Para el día, por ejemplo en verano, me gusta un top bonito para lucir el bronceado, con los hombros al aire o cogido al cuello. Para eso soy femenina. También soy de pantalón, porque con él voy muy a gusto y puedo llevarlo ancho o más estrecho. Ahora me gustan más los tipo pitillo, que quedan muy estilosos con unas cuñas bonitas. Todo eso para el día, acompañado de un complemento que no sea excesivo. Para la noche prefiero un look más sofisticado y con un complemento vistoso. Ahora parece que la gente ya no se arregla tanto para la noche. Yo lo resalto todo con complementos: un bolso bonito, unos zapatos o un collar llamativo, unos pendientes... Y parece mentira, pero te cambia totalmente el look del día. Me gusta arreglarme.

–¿Bolso grande o pequeño?

–Para la noche, pequeño siempre, y me encanta ponérmelo cruzado. Y para el día me gusta grande, el maxibolso en el que nunca encuentras nada... (risas).

–¿Qué cosas no faltan nunca en él?

–Creo que llevo mi oficina entera: colonia, algo de maquillaje por si voy a una reunión (siempre me gusta estar bien)...

–Tienes una melena muy bonita. ¿Cómo te cuidas el pelo?

–Lo cuido mucho. Ahora lo llevo más oscuro, pero durante bastante tiempo he llevado mechas un poco doradas. Ahora he apostado por tener un color más natural. Uso buenos champús, a veces protectores del color, a veces nutritivos, depende de cómo tenga el pelo.

–¿Cuál es tu peluquero de cabecera?

–Antes era Leonardo, le fui muy fiel durante muchos años. Ahora voy a varias peluquerías, pero en la que más confío es Madrigal.

–¿Cómo se relaja Marina Danko?

–Leyendo poesía, haciendo meditación, yoga o simplemente tumbada, si puedo al sol para coger energía. Me gusta mucho la bicicleta, a veces me voy con la bici incluso por Madrid. Y me relaja caminar escuchando música, me gusta la música y ahora le he cogido una afición enorme a bailar, ¡me encanta!

–Si no te gusta la cirugía, ¿qué hiciste para recuperar la figura tras los embarazos?

–Alimentación sana y ponerme enseguida a hacer ejercicio.

–¿Qué parte de tu cuerpo es la que más te gusta y cuál la que menos?

–Ay, nunca lo diría. No me he parado a pensarlo. No sé, sinceramente, creo que mis ojos lo dicen todo, creo que en los ojos tengo mucha fuerza, y también me gustan mis cejas.

–¿Y cómo potencias esa fuerza que tienes en la mirada?

–Es algo muy natural, no puedes conseguirla con nada. Pero para potenciarla uso el lápiz eyeliner Kohl, que acentúa el ojo y hace la mirada más profunda. El rímel también me encanta, no puedo dejar de usarlo porque le da presencia a las pestañas.

–¿Qué ocurre con la fecha de tu cumpleaños, que siempre confunden?

–Es verdad, todo el mundo cree que cumplo en mayo y no es así, mi cumpleaños es en julio, el 16, el día de la Virgen del Carmen. Por eso me llamo Marina del Carmen.

–Si el día de mañana no estuvieras contenta con tu ombligo, ¿te lo operarías?

–¡Qué graciosa! Sabes que cuando era joven bailaba en una comparsa en los carnavales y siempre me decían que tenía el ombligo más bonito, que parecía cortado con un cortacutículas, y me decían también «colita de avispa», porque tenía el trasero «parado», o sea, respingón. Vamos, que tengo el veneno en la cola (risas).

–No has perdido tu esencia colombiana...

–Es que las colombianas se cuidan , son muy presumidas, hay mucho culto a la belleza y a la estética. Y a mí me parece bonito porque es muy femenino.

–Nunca salen a la calle sin maquillaje... ¿Tú lo has hecho alguna vez?

–Sí, yo sí, pero a lo mejor me pongo un poquito de rímel. Para caminar, por ejemplo, no voy maquillada, pero sí llevo una buena protección solar, rímel y algo de gloss.

–¿Cuáles son tus productos imprescindibles de belleza?

–Mis cremas de Shiseido hidratantes, tanto para el día como para la noche, una buena limpiadora de la piel, mis cremas de Kiehl's, que me regala mi hijo mayor y son buenísimas, tanto el aceite de argán como la crema corporal... Y luego me encantan las colonias. Ése es mi ritual. A veces me pongo por la noche alguna crema para la celulitis, para cuidar la piel y reafirmarla, dejarla más jugosa, que eso nos encanta a todas las mujeres.

–¿Tu perfume favorito?

–Tengo muy buen olfato. Cuando voy al campo siempre voy arrancando ramitas y flores, combinando olores que luego uso incluso para ambientar la casa, por ejemplo romero, tomillo... Soy mujer de olores, me gusta tener la casa bien ambientada con velas, con flores... Me encantaría sacar un perfume propio, creado por mí.