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Pantoja quiere deshacerse de Cantora por el "bien de su madre"

La tonadillera ha encargado a su hermano que busque un chalet espacioso en Madrid

Los problemas de salud de su madre afectan tanto a Isabel Pantoja que ha tomado una drástica decisión: vender Cantora e instalarse definitivamente con doña Ana y su hermano Agustín en las afueras de Madrid.

Los problemas de salud de su madre afectan tanto a Isabel Pantoja que ha tomado una drástica decisión: vender Cantora, la finca que tantos buenos recuerdos le trae, e instalarse definitivamente con doña Ana y su hermano Agustín en las afueras de Madrid. No quiere separarse de ella más que el tiempo suficiente de ir a los estudios de Mediaset y volver a la casa familiar. Por eso, ha encomendado a Agustín que agilice los trámites necesarios para alquilar, o incluso comprar si encuentra un “chollo”, un espacioso chalet en una de las urbanizaciones de renombre de la carretera de Burgos. Sus preferencias estarían entre las de Santo Domingo y Ciudalcampo, dos de las mejores de la zona.

Isabel, cuenta una persona de su círculo más íntimo, “está viviendo uno de los peores momentos de su vida, cada minuto que se separa de su madre es como una puñalada en el corazón. Doña Ana es la gran prioridad de su vida, su ejemplo a seguir y la mujer que lo dio todo por ella y la ayudó a “defenderse” de gente que quería aprovecharse de su novatez en los inicios de una profesión difícil y llena de zancadillas”. Los consejos de los médicos que han tratado a su madre en el hospital Puerta del Sur de Jérez de la Frontera son que saque a una mujer ya mayor, tiene 88 años, de esa finca tan aislada y que se la lleve a un núcleo urbano. Porque ahora ha sido un gran susto, pero las consecuencias futuras pueden ser mucho más serias, y es preferible tener un hospital cerca... por si acaso.

Los que conocen bien a la tonadillera saben perfectamente lo mucho que le ha costado tomar la decisión de “deshacerse” de su finca, el lugar en el que vivió tan buenos momentos al lado de su marido Paquirri. Pero es consciente de que genera muchos gastos y pocos ingresos, y que, a la vista de las circunstancias, conviene conseguir efectivo para afrontar su nueva vida lejos de Andalucía. Aunque siga visitando de vez en cuando su casa de Fuengirola.

Sin embargo, no es la primera vez que intenta vender Cantora. Hará un par de años ya lo intentó por una cantidad que sobrepasaba los siete millones de euros, pero solo recibió dos ofertas que no se acercaban, ni de lejos, a esa cifra. Los periodistas más veteranos recuerdan que el fallecido torero se las vio y deseó para demostrar su amor y prodigarle caricias a la cantante en sus primeros meses de noviazgo. Doña Ana era la “carabina” perfecta, y tenían que intimar a escondidas de tan fiero “guardián”, que estaba convencida de que su querida hija debía no tener sexo hasta después de su boda. Si la venta se realiza por fin, y se produce la inevitable mudanza, seguro que los hijos de Paquirri reclamarán con más insistencia que nunca los objetos personales que fueron de su padre y que Pantoja todavía no les ha dado.

Hace meses, y lo publicamos en exclusiva en LA RAZÓN, Isabel confesaba que su dolor y sufrimiento por la enfermedad neurológica que padece su madre le estaban “destrozando” la vida. Dicen que un alzhéimer progresivo la está llevando al país del olvido y parece ser que no reconoce a sus seres queridos. Ese es el mayor castigo para su mediática hija, porque la relación con su progenitora siempre estuvo marcada por una unión muy estrecha, plagada de confidencias y largas conversaciones. Unas recientes confesiones de la artista a sus íntimos, recogidas por una revista, así lo corroboran: “Prefiero irme yo antes que mi madre”, que dan idea del estado de desesperación que vive actualmente.