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La crónica de Amilibia: ¿Los podemitas rechazarán las pagas extra?

Martina Velarde, coordinadora de Podemos Andalucía; Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos; Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, e Irene Montero, ministra de IgualdadDANI GAGO/PODEMOS11/12/2021
Martina Velarde, coordinadora de Podemos Andalucía; Lilith Verstrynge, secretaria de Organización de Podemos; Ione Belarra, secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, e Irene Montero, ministra de IgualdadDANI GAGO/PODEMOS11/12/2021DANI GAGO/PODEMOSDANI GAGO/PODEMOS

Ya podemos dormir tranquilos: el Consejo de Ministros ha decido reunirse dos veces cada semana. Hay dudas sobre si pedirán una paga extra (una más) por la doble jornada laboral. Mientras, los de Bildu quieren que el 18 de julio sea declarado «Día de la Condena del Golpe Fascista». Me imagino que se han inspirado en EE UU y su declaración del 7 de diciembre como Día de la Infamia por el ataque de los japoneses a Pearl Harbor. Dada su intachable condición moral y su coherencia, pienso que renunciarán a la franquista paga extra de julio y, por supuesto, a la de Navidad, porque, a pesar de nacer en un pesebre, el Niño Jesús y su familia aceptaron regalos de los Reyes de Oriente (¿Abu Dabi?) de dudosa legalidad sin declararlos a Hacienda. Para seguir animando la pista central del circo, en estas señaladas fechas han declarado que la Constitución es un «traje viejo». Quieren modernizarla con la txapela de Otegi, las albarcas deUrkullu y los kaikus de Mertxe Aizpurua.

Hay más: leo en este periódico que me da de merendar que Podemos, sumándose a ERC, amenaza con votar en contra de casi todo si el Gobierno no pone a bailar por sardanas a Netflix. Cuentan que no solo quieren que hagan series en catalán, sino que además Papá Noel Sánchez le regalé la suscripción a la citada plataforma durante las próximas décadas a su líder espiritual Pablo Iglesias: que no le falte la inspiración. Curiosa amenaza la de Podemos: al formar parte del Gobierno, así alcanzarían la exótica perfección democrática consistente en votar contra sí mismos. Quizá les pase lo que a mí, que empiezo a tener ideas que no comparto.