Día del Padre

José Bono, papá en forma a los 71: testosterona, ayuno y entrenador

El que fuera ministro de Defensa puede presumir de un físico envidiable gracias a su medida rutina de cuidados

Los Bono
Los BonoInstagram

El antiguo ministro de Defensa ha hecho un pacto con el diablo. Sí, a sus 71 años, está mejor que nunca. Todo empezó por los pelos. Desde que aparecieron los primeros cabellos perdidos en la almohada que antes compartía con Ana Rodríguez, su exmujer, su alerta de cuidados empezó a activarse.

Los implantes ayudan, y mucho, a verse mejor, y después hay que cuidarlos para que sigan floreciendo, con productos específicos anticaída, como los de la Línea Redenhair, con auténtico Redensyl y que se encuentran en la parafarmacia de El Corte Inglés. Tiene que ser divertido para sus nietos verle con el casco de la misma firma contra la alopecia, con esas luces de los infrarrojos que hace que parezca que va a despegar en un cohete espacial.

Una vez que empiezas a verte mejor por arriba, sigues con el resto del cuerpo. Por eso, no hay nada como tener tu propio entrenador personal. Un consejo: si quieres emular la tableta de Aznar, hay que hacer, mínimo, dos horas de ejercicio todos los días, con elíptica, pesas y abdominales, y, sobre todo, ser muy aplicado. El señor Bono no falta ni un día a su cita con el entrenador personal. Una vez que encuentras el tuyo, probablemente establezcas una de las relaciones más importantes de tu vida, y no es broma.

José Bono y su hija Sofía
José Bono y su hija SofíaKABGTRES

Verte bien, limitar los achaques propios de la edad y sentirte más vigorizado compensa todo este esfuerzo. Y si, además, te ayuda a quemar los excesos de la cocina manchega que tanto te gusta, ¡aún más! Por eso, camina todos los días nueve kilómetros. Eso sí, el que fuera presidente de Castilla la Mancha ha confesado que no desayuna nunca y que una vez a la semana es fiel practicante del ayuno, pero del completo, veinticuatro horas sin comer nada de nada, solo ingiriendo líquidos, porque confiesa que de esta forma «el cuerpo alcanza la autofagia». Así que, como Elsa Pataky, o incluso las Kardashian, Bono valora los muchos beneficios del ayuno intermitente, que es útil para la pérdida de grasa corporal, disminuye el estrés oxidativo y mejora la salud cerebral.

En Villa Bono hay demasiada testosterona, porque Amelia, su hija mayor, tiene 4 chicos, así que no es de extrañar que Pepito haya sucumbido al tratamiento con pellets. Se trata del último avance en tratamientos hormonales: los pellets de testosterona bio-idéntica que liberan las hormonas que ya no puede producir el cuerpo según las necesita, y que sirven para ralentizar el envejecimiento exterior e interior, como hacen en las Clínicas Dr. Life, que prometen mejorar la vida de sus pacientes, en muchos aspectos.

Y ahora que es un codiciado soltero, entre los pellets y la caja azul Powersex de Q77+, puede que llegue antes una boda suya que la aplazada de su único hijo mayor. Tiempo al tiempo.

José Bono
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Es un hombre coqueto y él mismo lo reconoce. Le gusta cuidarse y verse bien, y tiene los buenos consejos de sus hijas, sobre todo de la mayor, reconocida instagramer ahora. Hace unos meses, recogía unas instantáneas de «errr Pepe», como le llaman cariñosamente, tirándose en tirolina junto a sus nietos. Podría ser un buen plan para este sábado, y si luego le duelen las rodillas, lo puede remediar con alguna ayuda específica para los cartílagos, como la nutricosmética Select de la firma presente en farmacias Eiralabs. Select es la fiel acompañante de los runners porque previene las lesiones deportivas y favorece la recuperación tras el ejercicio.

¿Y cómo va a celebrar «errr pepe» este día? Yo le recomendaría acudir al restaurante de su tocayo y paisano Pepe Rodríguez en El Bohío y darse un buen homenaje, aunque al día siguiente no desayune, reuniendo a todos sus hijos y nietos, y como aprobó la prueba de la tirolina, quizás toque este año una partida de paint ball, porque ya sabemos que los tonos rojos y azules, en su caso, muchas veces aparecen difuminados. Eso sí, seguro que esquiva las pelotas verdes y moradas con suma elegancia… ¡Que no se diga, Pepe!