Opinión

La crónica de Amilibia: ¿Cómo es que Yolanda Díaz no compra percebes?

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social Yolanda DíazMARISCALAgencia EFE

Veo en internet la lista de la compra del Ministerio de Trabajo para sus cocinas y despensas: 4.000 botellas de Rioja, 200 kilos de langostinos, 1.490 kilos de merluza, 120 kilos de gambas, 80 kilos de almejas japonesas, 4.000 palmeras de chocolate, etc. ¿Cómo es posible que una gallega coruñesa como Yolanda Díaz compre Rioja en lugar de los ricos vinos tintos de Orense y Pontevedra? ¿Olvida el Albariño? No lo entiendo. Tampoco lo de los langostinos y las gambas en lugar de centollas, nécoras y percebes. Bien por la merluza, pero ¿y el rodaballo y la lubina? Clama al cielo gastronómico que teniendo a mano las mejores almejas del mundo, las de Carril, compre las japonesas o japónicas. ¿Es que regalan un Nokia por cada 100 kilos? ¿Palmeras de chocolate pudiendo elegir filloas, tarta de Santiago, bizcochos de Samos o el roscón de Villalba que tanto gustaba a Fraga? ¿Y el queso de tetilla o de Cebreiro?

Hablando de Galicia, anuncia Isabel Díaz Ayuso que con la llegada de Núñez Feijóo «aparece en el PP la política de adultos», o sea, que se acabó el recreo y todos al pupitre con la enciclopedia Álvarez abierta por «El retorno de las meigas» y «El milagro de Fátima» (Báñez). Llega al PP la política con barba y Yolanda Díaz pone las suyas a remojar: suspende eventualmente su plataforma política y la correspondiente labor de fina escucha para ocuparse de todas las crisis provocadas por la guerra de Ucrania. Tranquilos, todo resuelto. Por cierto, en Ucrania, a falta de palmeras de chocolate, se están merendando las palomas. A lo peor ya ha caído hasta aquella de la paz que volaba por los cielos purpúreos y celestiales de Podemos.