Opinión

La crónica de Amilibia: Irene Montero y su foto ideal del Día de la Madre

Uno de los hijos de Irene Montero con falda
Uno de los hijos de Irene Montero con faldainstagram

Llega el Día de la Madre y la ministra Irene Montero muestra en las redes fotos de sus hijos, los mellizos Leo y Manuel y la benjamina Aitana. Los tres rubitos como querubines, formales y atentos a lo que les dice su mamá. Es la foto ideal que colgaría en el altar de Instagram una adoratriz de la Sagrada Familia o de la antigua Sección Femenina. Ejemplar. No sabemos si uno de los niños lleva falda porque es Aitana o porque es un niño-niña-niñe, quizá el hijo queer de la ardorosa defensora de la Ley Trans que así nos envía el mensaje de que no todos los hijos han de ser santos varones ni santas vírgenes: pueden ser no binarios, aunque de momento no tengan Día ni santo patrón. Un hijo queer puede levantarse una mañana y, ejerciendo su derecho a la libre determinación, ser Enrique Santiago apoyando la paz de Putin o Yolanda Díaz probándose un tutú. A elegir.

Antes, Irene publicó en las redes fotos de los tres niños en su cuarto de juegos y un texto dirigido a su amado Pablo: «Siempre orgullosa de ti y de todo lo que construimos mano a mano. Orgullosa de cómo nos queremos. Orgullosa siempre de poner el cuerpo junto a las mejores de este proyecto colectivo que es Podemos. Seguimos». Yo creía que el cuerpo lo ponía Yolanda, puro glamur, pero ahí está Irene en plan cuerpo soberbio al que no le cabe ni un orgullo más, arrogante en su gloria ministerial ante las lenguas viperinas y el facherío en general. Junto al texto, un corazón morado. La foto de los niños con papá queda para el Día del Padre. ¿Pablo con falda?