La crónica de Amilibia

Ay Mónica, ponnos cremita a todos, porfa

La portavoz de Más MAdrid en la Asamblea, Mónica García, presenta una iniciativa para dotar a los espacios públicos de protector solar gratis
La portavoz de Más MAdrid en la Asamblea, Mónica García, presenta una iniciativa para dotar a los espacios públicos de protector solar gratisEUROPA PRESSEUROPA PRESS

Mónica García, dirigente de Más Madrid y médico, solicita que se instalen dispensadores gratuitos de crema protectora solar en lugares públicos. También solicita habilitar refugios climáticos en las olas de calor, aprovechar la sombra y el aire acondicionado de bibliotecas, por ejemplo, para alivio de los acalorados ciudadanos. No sé si todo esto choca con el plan de ahorro energético de Él, ahora convertido en la abuela de España que va a apagando por toda la casa las luces que nos dejamos encendidas. Pero lo de la crema solar es todo un hallazgo, y desde que lo leí, no dejo de imaginarme a la doctora García en la playa, ayudando a los viejos solitarios como yo a ponerse la cremita protectora en la espalda, que siempre es un problema. Un día, en Benidorm, se lo pedí a una señora y casi me denuncia a la policía municipal. Por cierto, que Irene Montero apoyará su demanda, pienso, al grito de «¡no más violencia solar!» y «tío, ¡no me llames sol, que me quemas!».

Ha habido cachondeo en las redes con el plan de Mónica: «¡yo me pido dispensadores de cerveza!», «¡en las colas del hambre no se habla de otra cosa!» o «¿también me podrían hacer las uñas?». Opino que debería cundir el ejemplo. Yolanda Díaz podría proponer el reparto gratuito de sombrillas y pamelas de tendencia. Raquel Sánchez, ministra de Transportes, de dispensadores de desodorante en el Metro y en las paradas de autobús. Irene Montero, de puntos «MeToo» para denunciar roces y piropos en el transporte público. María Jesús Montero, de abanicos sevillanos sin IVA. Y Teresa Ribera, de ventiladores individuales a pilas y paipáis de bambú.

La doctora García no debería desechar la idea de un ejército de voluntarias (lo podría capitanear la dulce Carolina Darias) para ponerles cremita protectora en la espalda a los viejos viudos, solos y desamparados que se solazan en las playas. Gracias