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Tranquis, todo acaba en una camiseta sudada

Todas las frases sobre la amnistía, el nuevo procés y la autodeterminación, ya están en una camiseta sudada

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro SánchezMariscalAgencia EFE

Todas las frases sobre la amnistía, el nuevo procés y la autodeterminación, ya están en una camiseta sudada, como las celebradas «Presoak kalera», «Independentzia», «Princesa guerrera», «Que arda el patriarcado» o «Que te la chupe Siri». Es su destino en la universal. Le grito al televisor que no importa mucho lo que digáis, niños míos, políticos todos, porque el personal ya no distingue la verdad de la mentira ni los sueños de la realidad. O le parece la ficción más divertida, y entonces se refugia en Netflix o en la coña, como hace esta columna mayormente. Los políticos, incluida Isabel Rodríguez, no deben preocuparse gran cosa por lo que dicen: el destino final de todas sus frases, tópicas o gilipollescas, no es la Historia, sino una camiseta que morirá en el contenedor del reciclaje. Pasó con Jesús, el Che, Gandhi, Picasso, Charlot, Woody Allen o Einstein con la lengua fuera.

«Que les den a todos» (Trías) acabó en una camiseta, como «Perro Sanxe», que nació como insulto al presi y ahora es la prenda más vendida en los mítines sociatas. Son camisetas ya vintage, desteñidas, las frases «Fustigar a Mariló Montero hasta la sangre» y «Te espero en el baño», de Pablo Iglesias; «Solo sí es sí» y «Los Borbones a los tiburones», de Irene Montero, y «Con Bildu no vamos a pactar, si quiere se lo digo 20 veces» y «La amnistía es ilegal», de Sánchez. La foto de la ficha policial de Trump es una camiseta millonaria y ya he visto alguna con el piquito de Rubiales.

Yo solo me pondría una con aquello que dijo Estanislao Figueras, primer presidente de la I República: «Estoy hasta las cojones de todos nosotros».