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ComFuturo

Banco Santander en pro de la investigación científica

La entidad renueva su apuesta por el talento joven investigador a través de ComFuturo, un programa que busca perfiles científicos de excelencia y potencial para la innovación

 José Carlos García-Abadillo Uriel, investigador en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid y participante de ComFuturo
José Carlos García-Abadillo Uriel, investigador en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid y participante de ComFuturoComFuturo

España ha aumentado el peso de la inversión en I+D sobre el PIB, pasando de un 1,19% en 2016 a un 1,43% en 2021, según se desprende del último Informe CYD 2023. Este mismo estudio destaca que las empresas y las instituciones privadas sin fines de lucro son las que más impulsaron esta inversión (el 56,2% del gasto).

Y aunque el nivel de excelencia y de colaboración internacional mantiene una tendencia positiva, lo cierto es que seguimos muy por debajo de la inversión media de la Unión Europea – 2,15% del PIB- y de la OCDE – 2,71% del PIB-.

Precisamente para impulsar y apoyar el talento investigador, surgió ComFuturo, un programa de colaboración público-privada que lidera la Fundación General CSIC y que está respaldado por Banco Santander, que contribuye con un apoyo de 300.000 euros en esta tercera edición. Una cantidad que se suma a los 80 millones de euros que la compañía ha dedicado a programas de investigación universitaria en España en los últimos 5 años, en colaboración con en colaboración con la Conferencia de Rectores y Rectoras de Universidades Españolas (CRUE) y el CSIC. ¿El objetivo? Atraer y apoyar a jóvenes investigadores con perfiles científicos sobresalientes, para permitir que desarrollen sus ideas y se integren en el ecosistema español de I+D+I.

Los investigadores seleccionados tienen la oportunidad de desarrollar sus ideas en entornos competitivos durante tres años, además de colaborar con empresas, realizar estancias industriales y recibir formación en habilidades transversales complementarias a su actividad investigadora. En esta edición participaron un total de 16 proyectos. Uno de ellos es el de José Carlos García-Abadillo Uriel, investigador en el Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid, cuyo tema es‘Escalando la computación cuántica con eficiencia energética’ . Se trata de un proyecto basado en la mecánica cuántica (una rama de la física que estudia el comportamiento de las partículas atómicas y subatómicas) y busca proponer una computación alternativa a la “tradicional” y con mayor potencial para operar con algoritmos más eficientes a nivel numérico.

De la curiosidad a la investigación independiente

García-Abadillo Uriel eligió estudiar Física inspirado por la pasión que le habían transmitido sus profesores de esta materia en un momento en el que no había tanta divulgación científica como ahora. “Fue una cuestión de curiosidad -explica-. Leía sobre agujeros negros, partículas subatómicas o relatividad, y quería aprender sobre ello en profundidad, conocer los detalles”. Desde el primer momento supo que este afán por entender aquellas cuestiones que bordean el límite de lo que no sabemos le llevaría de cabeza a la investigación. Aunque primero se interesó por la astrofísica y la cosmología, cuando comenzó su aprendizaje sobre mecánica cuántica, lo tuvo claro: “En el mundo cuántico ocurren cosas que rompen con nuestra intuición -comenta el investigador-; un objeto nanoscópico puede tener propiedades que parecen incompatibles, como estar en dos lugares de forma simultánea. Estos fenómenos no solo tienen un valor académico, sino que se pueden utilizar para crear tecnologías cuánticas, que es en lo que yo trabajo”.

Hizo su tesis en el CSIC y después pasó cinco años en el extranjero con contratos predoctorales, primero en la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados Unidos y después en el CEA Grenoble, en Francia. Gracias a ComFuturo, pudo volver a España y, además, hacerlo como investigador principal de su propio proyecto. “Normalmente cuando estás adherido a otros proyectos, investigas para cumplir sus objetivos -aclara-. Sin embargo, ComFuturo te permite desarrollar tus propias ideas y tener independencia, algo muy importante en la carrera científica”. El apoyo económico que reciben los participantes se traduce también en medios para llevar a cabo las investigaciones: “He podido adquirir equipamiento científico que, en mi caso como físico teórico, son sobre todo nodos de computación con los que poder realizar simulaciones realistas de los sistemas en los que estoy interesado”, comenta García-Abadillo Uriel.

La computación cuántica tiene enormes posibilidades para impactar en distintas áreas como la química o la ciberseguridad.
La computación cuántica tiene enormes posibilidades para impactar en distintas áreas como la química o la ciberseguridad. ComFuturo

Complementos a la excelencia: el papel de la formación transversal

Por otro lado, en el programa ComFuturo se imparte formación transversal que, según este experto, es también importante para quienes se dedican a la investigación científica. “Tendemos a pensar que los científicos son gente súper especializada que está encerrada en su laboratorio sin interactuar con nada y eso está muy alejado de la realidad. Tenemos que investigar, pero también escribir artículos sobre nuestros hallazgos, redactar proyectos, dibujar y producir figuras y gráficos que puedan explicar la física de forma sencilla, o dar charlas para divulgar nuestros resultados”, explica.

Este programa también tiene, por último, una parcela para hacer networking que permite a sus participantes acudir a congresos o conocer a otros colegas del campo de sus investigaciones.

El programa ComFuturo es otro claro ejemplo de cómo la colaboración entre el sector público y privado puede potenciar el talento. Gracias a iniciativas como esta y al apoyo de entidades como Banco Santander, es posible optar a mejoras muy significativas y con gran impacto a nivel social. Así lo advierte García-Abadillo Uriel en referencia a su campo de investigación: a pesar de reconocerse aún lejos de los ordenadores cuánticos de gran escala con capacidad para corregir errores, sabe que alcanzar ese hito será realmente revolucionario. “Creo que vamos a contribuir a superar estos desafíos y a mejorar el entendimiento de la física que hay detrás”, señala expectante.

Esta acción se enmarca dentro del compromiso de Santander con la educación, la empleabilidad y el emprendimiento mediante programas e iniciativas que la entidad lleva promoviendo desde hace más de 27 años a través de Santander Universidades. Esta apuesta se ha traducido ya en una inversión de más de 2.300 millones de euros y el apoyo a más de 1,5 millones de personas y empresas mediante colaboraciones con más de 1.200 universidades e instituciones en 26 países.

Este compromiso ha sido reconocido internacionalmente por la revista Fortune, que incluyó a Banco Santander en su última lista ‘Change the World’, que destaca a las empresas que contribuyen de manera significativa a resolver desafíos sociales.