Sevilla
El A400M se prueba en Francia «para no pagar a los controladores»
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ya advirtió del riesgo manifiesto de la permanencia de las pruebas del A400M en Sevilla. No se explicaba las causas. Tras el cariz que han tomado los acontecimientos –intervención militar incluida– con la aprobación de un Real Decreto que motivó el paro masivo del sector en los aeropuertos españoles, la respuesta es clara: «Prefirieron que se fuera el avión a arriesgarse a que sobrepasáramos las horas extras», cifradas como máximo en 80 al año.
El director de la factoría San Pablo Airbus Military, Jesús Espinosa, aseguró el pasado miércoles que el cuarto A400M volará «pronto» y sin «ningún tipo de problema en el espacio aéreo de Sevilla», indicando que dos aeroplanos irán a Toulouse y dos se quedarán en la capital hispalense, además del centro de pruebas y de mantenimiento. Los controladores, según fuentes de la USCA en Sevilla, no lo ven tan claro. «Hacen falta once controladores», reclama la USCA, lo que contradice las palabras de Espinosa, que defendió que «no tenemos ningún problema en operar».
AENA, por su parte, con la apertura del conflicto, anunció la contratación de seis operarios con el fin de que los vuelos de prueba del A400M regresen a Sevilla «en el menor plazo posible». La situación de «guerra» entre Fomento y los controladores hace que –con lo que conlleva en términos económicos– no se vislumbre una solución a corto plazo.
Airbus reclamó a principios de año controladores «en exclusiva» para las pruebas, argumentando para ello poder efectuar los test sin entrar en conflicto con el tráfico aéreo civil. Con la entrada en vigor del primer Real Decreto sobre condiciones laborales de los controladores, AENA no podía asignar un controlador específico, lo que motivó el traslado a la ciudad francesa.
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