La militarización de la izquierda

No sé qué es lo que ocurre, pero de un tiempo a esta parte nuestra izquierda se nos ha militarizado a toda velocidad, como si le fuera la vida en ello. Atrás quedó el «No a la guerra», la OTAN «de entrada, no» y la retirada de las tropas de Irak. Hoy estamos en plena Guerra de Afganistán, nuestros aviones bombardean Libia, mientras nuestros submarinos vigilan el perímetro costero donde se navegan nuestras fragatas bien artilladas y entramos en el selecto club del escudo antimisiles de la OTAN sin pestañear. Más grave aún, el ceder nuestras bases de Zaragoza y Rota a los Estados Unidos para que sus barcos de guerra faenen por el estrecho y controlen al hipotético «enemigo» marroquí. Hasta los rusos y los iraníes se han enfadado con nosotros y pronto lo harán Chávez, Castro y Evo Morales. En el primer desfile de la Fiesta de la Hispanidad al que asistió Zapatero en 2004, el presidente del Gobierno español se sentó al paso de la bandera americana, con gran desprecio al símbolo nacional que cuelga en todas las casas de EEUU y, ayer, ni estuvo, solo pasó por allí. ¡Lo que hay que ver! Nuestra izquierda ha progresado del antiamericanismo más visceral, al americanismo más forofo, para ser, en cuanto llegue Mariano Rajoy al poder, de nuevo los más antiamericanos. A eso se le llama doble moral, doble rasero, doble vara de medir, o donde dije Diego, digo otra cosa y, lo peor, es la falsedad en el uso de las palabras y de los conceptos. Por todo ello, el PSOE perderá las elecciones, pues no se puede tratar al pueblo de tonto que es justamente lo que hacen día sí y día también. Los españoles sabemos mejor donde estamos que los socialistas después de 20 años en el gobierno. Por eso, también, se caen en todas las encuestas. No puede el presidente español despreciar la bandera americana y pagar después la lavandería. Así nos va. Menos mal que en la rectificación acierta al meter a España de cabeza en la OTAN, bajo el paraguas del escudo antimisiles y con los americanos navegando en nuestras costas.