Cine

Berlín

«El cine español está pidiendo a gritos un cambio generacional»

«Ha quedado demostrado que los nombres de siempre ya no funcionan»

«Amanecer de un sueño» ha supuesto el debut como realizador de Mas Franqueza
«Amanecer de un sueño» ha supuesto el debut como realizador de Mas Franquezalarazon

VALENCIA - Con apenas 21 años hizo las maletas y dejó Valencia para estudiar en la Academia de Cine de Berlín. Allí se presentó con el único aval de un corto que encandiló a Wim Wenders, que accedió a supervisar la redacción del guión de su ópera prima, «El amanecer de un sueño». Tras pasar por 19 festivales y ser estrenada en varios países, la cinta, que narra la historia de un joven que tiene que cuidar de su abuelo enfermo de Alzheimer, ha tardado un año y medio en estrenarse en España.

-¿Cómo se explica esta demora?
- Las instituciones deben respetar más el cine que se hace aquí. No puede ser que los cines exhiban una película española por cada diez americanas, ni que sólo el 30 por ciento de las que se realizan en España terminen en las salas.

- ¿Cómo se debe arreglar esta situación?
-Es necesario fijar una cuota de pantalla, y que la inversión se abra más y no se concentre únicamente en las grandes producciones. La Academia nos debería apoyar a todos por igual, y no sólo a los nombres de siempre, que ha quedado demostrado en muchos casos que ya no funcionan. La gente está cansada de ver siempre lo mismo. El cine español pide a gritos un cambio generacional, los espectadores quieren que se les cuenten las historias de otra forma, con otro lenguaje.

-Su película puede ayudar a comprender y afrontar mejor la enfermedad del Alzheimer, ¿tenía como objetivo desarrollar esta labor social?
- He intentado contar fielmente lo que yo viví, con la mayor sinceridad y respeto, sin añadir, sin manipular, sin subrayar emociones. Para mí fue una gratísima sorpresa comprobar cómo asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer se han identificado con la película y la han sentido como suya. Y ahí es donde ha surgido esa función social. Pero eso ha venido «a posteriori».
 
- Su abuelo padeció la enfermedad , ¿cuánto hay de autobiográfico en la historia?
- Mucho. Mi abuelo era el tipo de persona que interpreta Héctor Alterio. Trabajaba también en una tienda, vestía como él, tenía mucho carisma, y padeció la enfermedad. Mi relación con él guarda muchas similitudes con la que mantienen los personajes.

- El film ha sido premiado por el público en varios festivales ¿Cuál cree que ha sido la clave de la conexión con los espectadores?
- La reacción del público en Corea del Sur, en Chicago o en Valencia ha sido la misma, las mismas preguntas, el mismo «feeling» en la sala de proyección. Cuando trabajas en lo que tú sabes, en lo que sientes, puedes transmitirlo y hacérselo sentir a otra gente.

- ¿Cómo consigue un director que todavía no ha rodado ninguna película convencer a Héctor Alterio para que la protagonice?
- Con trabajo. Recuerdo que abordé a Héctor a la salida de un teatro de Valencia y le dije: «usted tiene que ser mi abuelo en el cine». Le entregué el guión y me comentó que iba a ser muy complicado que lo leyera y me diera una contestación, debido a que iba a estar en Valencia sólo dos semanas. Al segundo día me llamó y me dijo que le había encantado la historia y que estaba dentro del proyecto. Me temblaron las piernas...