Aborto

OPINIÓN: Una explicación poco creible

La Razón
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La pretendida mejoría de una situación tan negativa como el aborto sólo demuestra el carácter fuertemente ideológico de quienes actúan al margen de los datos científicos, objetivos e indiscutibles. Pero la verdad es tozuda y la Genética, la Biología Celular y la Embriología nos aportan los datos irrebatibles de que la fecundación es el momento en que se constituye una nueva vida humana, con una identidad genética singular y que una vez constituido el cigoto la vida se desarrolla en continuidad durante las etapas embrionaria y fetal. El problema no es si hay más o menos abortos un año que el anterior, sino si hay abortos o no los hay. El aborto sólo puede describirse como una forma cruel e injusta de violencia contra la vida de un ser humano inocente e indefenso. Las fluctuaciones estadísticas, siempre discutibles por la propia opacidad con la que operan los centros abortistas, son poco significativas. En ciencia cuando se establece una hipótesis, no se considera estadísticamente significativa una variación menor del 5% respecto al supuesto con que se compara. Pero además, en este caso, el paso de 115.812 abortos en 2008 a los 111.482 registrados el año pasado no tiene por qué ser achacable directamente a una ley que se aprobó contra la mayoría de la sociedad. Bien podrían esgrimirse otros factores, como el descenso de los embarazos de inmigrantes, los abortos farmacológicos debidos a la píldora del día después, no contabilizados y sobre todo, y lo más positivo, por la concienciación de la sociedad a favor de la vida, fruto de las organizaciones pro vida que movilizaron a cientos de miles de ciudadanos en contra de una ley injusta.