Castilla y León

Herrera atribuye el éxito educativo a la disciplina en los planes de estudios

La educación de los castellanos y leoneses se sitúa a la cabeza de España. Y entre las mejores de Europa. Se podría decir, sin chovinismo alguno, que Castilla y León educa muy bien.

Herrera valora el Informe PISA en presencia de Juan José Mateos, Sánchez-Pascuala y María del Pilar González
Herrera valora el Informe PISA en presencia de Juan José Mateos, Sánchez-Pascuala y María del Pilar Gonzálezlarazon

Es algo que queda claro al leer el prestigioso Informe PISA, que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y en el que se analiza y evalúa la calidad educativa en todo el mundo. Un informe que aparece cada tres años y en el que Castilla y León ha mantenido siempre un lugar preferente en las ocasiones anteriores.

El sistema educativo castellano y leonés obtiene 511 puntos de media entre comprensión lectora, matemáticas y ciencias, las tres áreas de estudio. Lo que significa que se encuentra 27 puntos por encima de la media de la España autonómica, y catorce por encima también de la media de los 30 países que forman parte de la OCDE. Castilla y León está lejos aún de Finlandia (544) Corea del Sur (541) o los Países Bajos (519), países referencia de cara al futuro, pero se sitúa al mismo nivel que Noruega y por encima de Estados Unidos, Alemania, Islandia, Francia o el Reino Unido.

Pese a que los datos no son buenos a nivel nacional, ya que reflejan un cierto estancamiento respecto al anterior informe de 2006, Castilla y León sí que ha mejorado, y destaca el hecho de que presenta los mejores resultados de todas las comunidades españolas en matemáticas y ciencias, con 514 y 516 puntos, respectivamente, y empata con la Comunidad de Madrid en lectura, con 503 puntos.

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, comparecía ayer ante los medios nada más conocerse el estudio, para, en primer lugar, expresar su alegría por lo que considera una «gran noticia» para el futuro de la Comunidad, y para, en segundo término, felicitar a los profesores, padres y alumnos de esta Comunidad, «los verdaderos protagonistas de este éxito educativo». De los primeros, el presidente de Castilla y León destacaba su profesionalidad, esfuerzo y vocación. Mientras que de los segundos, valoraba su implicación a la hora de tejer una red familiar en la sociedad castellano y leonesa que es básica en la educación de los hijos. Y de los alumnos, Herrera elogiaba su dedicación y actitud responsable ante un sistema educativo «exigente y nada complaciente».

«Charcos inútiles»

No se olvidaba el presidente de destacar la continuidad y estabilidad de las políticas educativas llevadas a cabo por la Junta en los últimos años, como otro de los pilares en lo que se sustenta este éxito. Herrera valoraba iniciativas como el Plan del Fomento de la Lectura, o el del aprendizaje de idiomas extranjeros, así como que se hayan aumentado las horas de clase en matemáticas y lengua.

Asimismo, el presidente destacaba entre las causas de estos grandes resultados que Castilla y León «no se ha metido en charcos inútiles» en los últimos tiempos, en clara referencia las polémicas surgidas entorno a los crucifijos o la asignatura de Educación para la Ciudadanía. «El informe refleja la consistencia, la coherencia y la equidad de nuestro sistema educativo. Pero también, que estamos haciendo las cosas bien y con seriedad», insistía Herrera, pese a reconocer que no se conforma y que aún se puede mejorar. Asimismo, tendía la mano al Gobierno de España para llegar «a los acuerdos que hagan falta» para impulsar una educación de calidad. Finalmente, Herrera, lanzado, defendió también la validez del modelo autonómico existente en España, «Estos resultados lo demuestran». De cara al futuro, el presidente invitaba a reflexionar sobre lo que estos datos suponen para Castilla y León y sobre la necesidad de apostar por un nuevo modelo económico y social basado en el conocimiento.

Por otra parte, el líder regional del PSOE, Óscar López, se felicitaba también por estos datos del Informe PISA, pero dejaba entrever que se deben a la falta de nacimientos en la Comunidad. A su juicio, Castilla y León no sufre la misma presión migratoria que otras comunidades, «donde se llenan las aulas mientras aquí se marcha la gente», advertía.