El alcalde de Duisburgo permitió al festival incumplir la seguridad

Ayer, la Prensa alemana se despachaba a gusto con el regidor, a medida que se sucedían las denuncias de los sindicatos de la Policía y de los Cuerpos de Bomberos. Pero la puntilla vino en forma de documento de dos folios, revelado por «Der Spiegel», en el que se eximía a los organizadores del festival del cumplimiento de algunas de las medidas de seguridad previstas para estos casos. Por ejemplo, la que se refiere a la anchura mínima de las puertas de acceso, así como al número y situación de las salidas de emergencia. Todo hubiera ido mejor si se hubiera acondicionado un recinto mayor a las afueras de la ciudad, pero, según la denuncia de los sindicatos policiales, ello implicaba aumentar la dotación de seguridad, con el consiguiente pago de horas extra a los agentes. Ante la misma tesitura, la ciudad de Bochun, que tiene el mismo número de habitantes que Duisburgo, decidió no acoger la «Loveparade» de 2009, siguiendo los consejos de la Policía. El caso ha pasado a la Fiscalía General, que también deberá investigar cómo se produjo exactamente la tragedia, ya que todas las víctimas mortales fallecieron en una rampa anexa, y no en el túnel de acceso al festival.Mientras tanto, los padres de las víctimas españolas, Clara Zapater y Marta Acosta, llegaron a Alemania el domingo por la noche, según confirmó el cónsul de España en Düsseldorf, Manuel Viturro. Sus cuerpos serán repatriados en las próximas 48 horas, aunque no se facilitará más información por expreso deseo de las familias. En Tarragona, de donde eran naturales las dos jóvenes, que se encontraban en Alemania cursando una beca Erasmus, se guardará un minuto de silencio como homenaje. Respecto a los heridos, no se han facilitado nombres porque muchos de ellos no querían que se supiera que estaban allí.