Crack en el PSM

Tomás Gómez cumple su deber de político en la oposición exigiendo al PP que cree puestos de trabajo para combatir el paro, pero al tiempo Gómez no ve la viga en casa propia, que puede arruinar el edificio del socialismo madrileño. Mientras clama por que se cree empleo, ve cómo se destruye en su propia casa, cómo se despide a nueve trabajadores del PSM. Tomás Gómez pone cara de póquer cuando se le recuerda que en su programa electoral prometió crear 150.000 puestos de trabajo, y lo que hace ahora es aportar nueve trabajadores más al paro. Le ha ocurrido lo que, desgraciadamente, les ocurre a muchos empresarios: que hacen una fuerte inversión, pero el producto que elaboran y ponen a la venta no tiene mercado y la empresa empieza a tener pérdidas. Gómez invirtió mucho en promesas electorales, pero no consiguió vender su programa. Bajaron las ventas, los escaños, y, en consecuencia, los ingresos y la necesidad de recortar la plantilla de trabajadores del PSM. Dicen que incluso desde la dirección federal han tenido que hacerle inyecciones económicas.