Nueva York
Plácido Domingo cinco estrellas
A sus 69 años, el tenor español volvió a poner a Londres a sus pies con un inmenso «Simon Boccanegra». La crítica habla ya de «leyenda viva española»
No es la primera vez que Plácido Domingo se mete en la piel de Simon Boccanegra, ni la primera que el cantante se sube a un escenario tras la operación de cáncer a la que se sometió el pasado mes de marzo. Pero el reencuentro del madrileño con la platea de la Royal Opera House sin duda ha supuesto un momento especial en la carrera del excepcional artista. Y no sólo por la gran ovación de siete minutos que le dedicaron tras su estreno, algo inusual para la frialdad que caracteriza al Covent Garden, donde debutó con «Tosca» en 1971. Domingo enloqueció a la crítica y a los allí presentes con la primera actuación del libreto de Verdi el pasado 30 de junio y, a día de hoy, las secuelas de su éxito aún se escuchan en la orilla del Támesis. Todas las entradas para verle en directo hasta mediados de julio están agotadas.A sus 69 años, Domingo convence con su nueva presentación vocal como barítono y borda al Dogo de Génova en cada uno de los intentos del personaje por reconciliarse con la condición humana. Berlín, Nueva York y Milán ya han sucumbido a su excepcionalidad y, después de Londres, lo hará también en Madrid Será en el Teatro Real a partir del próximo 22 de julio y acompañado de la soprano Angela Gheorghiu.Desde su debut en ese nuevo rol en la capital alemana, los expertos han señalado que, pese a que su voz se ha oscurecido y ganado profundidad con los años, sigue siendo la de un tenor. Antes de la actuación, él mismo recalcó que no pretendía ser un barítono. «No he cambiado de voz –decía–, un cantante elige el color, las tonalidades según el papel que interpreta». Y es que el de Simon Boccanegra exige una tonalidad distinta a la de un Radamés, un Don José, un Andréa Chénier, un Hoffmann o tantos otros personajes a los que ha dado vida el cantante, más de 130 hasta ahora.La crítica coincidió con el planteamiento del artista. Eric Jeal, del rotativo «The Guardian», destacó que el Dogo de Domingo estaba «lejos de ser definitivo» y probablemente no era el que Verdi tenía en mente. «Pero, ¿eso importa? Esta vez no –matizaba–. Una vez más, crea un personaje convincente a su manera».
El teatro «se vino abajo»Por su parte, su colega de «The Times», en una crónica acompañada de cinco estrellas, destacó su «belleza y poder» y calificó al tenor de «leyenda viva española». En su crónica, que el rotativo londinense titulaba como «la actuación más importante del verano, en la que Domingo hizo venirse abajo el teatro», ensalzaba su capacidad para cantar «durante medio siglo y seguir progresando». El corresponsal artístico del diario, Ben Hoyle, no escatimaba elogios de su actuación a la «tierna edad de 69 años, tras superar un cáncer de colon», y explicaba que, frente al temor que algunos podrían sentir de ver un «trágico final» a la gloriosa carrera del español, éste ha escrito un nuevo capítulo.En las islas británicas, «Simon Boccanegra» se ha vivido con mucha expectación: de las cinco libras iniciales, las entradas han subido a 600 a través de algunas agencias para las últimas cuatro que tendrán lugar en Covent Garden. La Royal Opera House ha retransmitido sus actuaciones a través de pantallas gigantes en Trafalgar Square y en otras localidades por todo el país. También la cadena pública BBC2 la ha retransmitido en directo. El libreto relata una complicada historia de traiciones y luchas políticas con el añadido, muy de la época romántica, de una hija ilegítima que es reconocida un cuarto de siglo después de haber sido perdida. El dueto que Domingo interpreta con la soprano Marina Poplavskaya es, precisamente, uno de los momentos más sobrecogedores de la ópera.La rusa forma parte del extraordinario elenco que acompaña a Domingo en el escenario del Covent Garden: el tenor Joseph Calleja interpreta a Gabriele Adorno y el veterano bajo italiano Ferruccio Furlanetto da vida al dux derrocado por la rebelión de los plebeyos.Aunque no todo fueron elogios unánimes: el especialista en música clásica Neil Fisher pedía en su columna de opinión del pasado jueves, también en «The Times», un favor a Domigo: que se retirase. «Callas y Pavarotti no supieron darse cuenta de cuándo debían retirarse. Ambos protagonizaron regresos lamentables». «Él se conoce a sí mismo mejor que nadie, pero, como muchos pueden testificar, se encuentra en algún punto próximo al declive, aunque sea difícil de aceptar para él o sus seguidores». Domingo es el único artista que queda en activo del famoso trío «Los tres tenores» tras la muerte a causa de un cáncer de Luciano Pavarotti en 2007 y la retirada de los escenarios operísticos de José Carreras el año pasado.
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