Bogotá

Las FARC atentan contra dos torres de energía y ordenan un paro armado en Colombia

Las FARC atentaron hoy contra dos torres de energía ubicadas en Tibú, un pueblo del departamento de Norte de Santander, y ordenaron un paro armado en una vía de ese misma región fronteriza con Venezuela.

Estos hechos se registran solo un día antes de que, según lo previsto, inicien los contactos en la capital noruega entre los negociadores del Gobierno colombiano y de las FARC, los cuales quedarán oficialmente inaugurados en las apariciones públicas de las partes el próximo miércoles.

El derribo de las dos torres dejó sin luz a los pequeños caseríos de Petrólea, Campo Dos y La Gabarra, y fue perpetrado según dijo el comandante de la Policía en Norte de Santander, el coronel Jorge Eliécer Camacho, en RCN Radio, por el frente 33 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Las autoridades desarrollaron labores de control para garantizar la seguridad de los trabajadores de la empresa eléctrica, que ya ingresaron en la zona para restablecer el servicio.

Poco después, guerrilleros de las FARC instalaron cilindros explosivos en la vía que comunica el pueblo de Ocaña con la ciudad de Cúcuta, capital de Norte de Santander, y disparó desde un cerro cercano contra un camión, lo que no causó daños.

El periodista colombiano Herbin Hoyos, quien hoy organiza un Encuentro de Víctimas de las FARC en Bogotá, confirmó a Efe que "los paros armados en varias zonas del país, entre ellos en el Catatumbo"(como se denomina a ese sector fronterizo con Venezuela) han impedido la llegada a la capital de los campesinos.

En esa zona se registraron también combates entre el grupo insurgente y el Ejército de Colombia, en un día en el que se espera que lleguen a Oslo los negociadores de las FARC y del Gobierno para abrir a partir de mañana las conversaciones de paz que permitan ponerle fin a un conflicto de medio siglo.

El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, denunció estos hechos violentos en la víspera del proceso de paz y le pidió a la guerrilla durante un acto público que "respeten a la población civil".

Este proceso de paz está diseñado de manera que las negociaciones de Oslo y las posteriores de La Habana se celebren mientras continúa el conflicto en el interior de Colombia, pues el alto el fuego bilateral hace parte de la agenda de negociación, pero solo a partir de la firma de acuerdo final.