Manhattan
Nueva York caro Un bar vende agua del grifo a dos euros
Los peligros de beber agua del grifo y la cantidad de productos químicos que ésta lleva son los principales argumentos de un café de Manhattan para convencer a sus clientes de que paguen 2,5 dólares por un agua especial. Sale igualmente del grifo, sí, pero ha sido sometida a un tratamiento minucioso.
…Y me pone un vaso de agua, por favor. Del grifo, se sobreentiende. Y gratis, por supuesto. El gesto, tan habitual en muchos bares y restaurantes, cuesta 2,50 dólares (dos euros) más impuestos en un local de East Village. Y sí, es agua del grifo.
El nuevo restaurante, el Molecule Water Café, está dando mucho que hablar en Manhattan. Primero, porque en él sólo se puede consumir agua. Segundo, porque el líquido elemento se vende a un precio nada desdeñable. Y tercero, porque el agua es "especial".
La justificación a esta política de precios está en que el agua del Molecule Water Cafe ha sido filtrada a través de un aparato de 25.000 dólares que utiliza los rayos ultravioleta, complejos tratamientos de ozono y ósmosis inversa para producir lo que los propietarios llaman "pura H2O", según informó el Wall Street Journal.
Agua con un sabor "esponjoso"Los dueños del local afirman que, después de pasar por un proceso de depuración en siete etapas, los buenos paladares son capaces de distinguir las diferencias de sabor con el agua corriente del grifo, pese a que es, por naturaleza, insípida, promete el copropietario del establecimiento, Adam Ruhf, a la revista Time. Es más, la nueva molécula –afirma- le proporciona al simple trago de agua un toque "suave"y "esponjoso".
Además de la tienda y del correspondiente vaso de agua, estos emprendedores han puesto en marcha un proyecto para vender agua, en la cantidad que el cliente desee, tratada con el especial método de limpieza y "vitaminado".
No obstante, el principal incentivo para pagar dos dólares y medio (más impuestos) por un vaso de agua tomada del grifo es la salud.
Productos químicos en el agua
Durante años, la ciudad de Nueva York ha presumido de tener un agua potable limpia y que alcanza todos los estándares de calidad. Por el contrario, Adam Ruhf –el negocio obliga- alerta de que el agua que están consumiendo los neoyorquinos es un inquietante combinado de cloro y productos químicos.
La tienda está situada en una manzana de moda de la calle 10 Este, con la intención de atraer a clientes con un poder adquisitivo considerable a quienes sea fácil de convencer con el nuevo producto. Y aunque el negocio no deja de tener un riesgo, es probable que sea "el único lugar del mundo donde pueda funcionar", como explica el dueño de un restaurante vecino.
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