Buenos Aires

Tragedia aérea sin supervivientes en Cuba

Un avión de la compañía Aerocaribbean se estrelló esta madrugada mientras cubría un trayecto entre Santiago de Cuba y la Habana. El gobierno cubano ha confirmado que en el vuelo viajaban un total de 61 pasajeros y 7 tripulantes.

El avión siniestrado, envuelto en llamas
El avión siniestrado, envuelto en llamaslarazon

El operativo de rescate todavía trata de encontrar, entre un armazón calcinado y la espesa vegetación, los cuerpos de los 68 ocupantes (28 extranjeros) del avión de la aerolínea cubana Aerocaribbean que se estrelló el jueves en la provincia de Sancti Spíritus, en el centro de Cuba.

La Prensa cubana divulgó los nombres de las víctimas y precisó las nacionalidades de los extranjeros: un español, nueve argentinos, siete mexicanos, un venezolano, tres holandeses, dos alemanes, dos austríacos, un francés, un italiano y un japonés.

La aeronave, un ATR-72-212 construido por la sociedad franco-italiana Avions de Transports Régional, despegó de Santiago de Cuba, informó de la emergencia y perdió contacto con los servicios de control de tráfico aéreo antes de estrellarse, según el Instituto de Aeronáutica Civil.

«El avión pasó por encima de Guasimal, nosotros lo vimos cuando ya venía con problemas, ya venía bajito. Ahí se formó un alarde del carajo, la gente gritaba, figúrate, iba dando vueltas y entonces sentimos ¡bumm!, el janazo (estruendo)», dijo el campesino Miguel García, de 69 años, en las cercanías del lugar del siniestro.

El avión, propulsado por dos motores turbohélice para viajes regionales y trayectos de corta duración, cayó en un campo de espesos matorrales. Camiones con maquinaria tuvieron que abrir una brecha para el acceso de los socorristas, policías y equipos forenses, tras lo que las autoridades cercaron el sitio.

El informe no precisó las condiciones del clima que prevalecían en la zona en el momento del accidente, aunque los vecinos de la región dijeron que el jueves por la tarde todavía no habían llegado las lluvias, que ya habían empezado a caer en la zona oriental por la aproximación del huracán.

Ante el avance del ciclón en el estrecho entre Haití y Cuba, la Defensa Civil declaró la alerta en Guantánamo, Holguín y Santiago de Cuba, y dispuso medidas de vigilancia en Granma y Las Tunas. Tomas, que a su paso por el Caribe ha causado 14 muertos en Santa Lucía y uno en Haití, se intensificará y aumentará su velocidad en las próximas horas. Ayer a última hora se encontraron las cajas negras, aunque todo apunta a que la tormenta sorprendió a los pilotos.

Otras fuentes aeronáuticas dijeron a LA RAZÓN que los pilotos deberían haber sido advertidos antes de las condiciones meteorológicas. «De todas formas en Cuba la seguridad aérea es bien bananera», asegura un piloto de Cubana de Aviación que prefiere quedar en el anonimato. El último accidente aéreo en Cuba ocurrió en marzo de 2002, cuando una aparato se estrelló en Villa Clara y murieron sus 16 ocupantes.

Manuel González

La devoción mariana de Manuel González Asensio, soltero y de 51 años, era conocida por todos sus allegados. Con tan mala suerte que fue la fe lo que le llevó a tomar ese fatídico vuelo que despegó desde Santiago de Cuba para visitar el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, de la que era devoto, y regresaba a La Habana en el vuelo de Aerocaribbean.

Por otro lado la familia del español fallecido en el accidente, Manuel González Asensio, de la provincia de Badajoz, mostró su malestar por haberse enterado de la tragedia a través de la radio, y pidió que se esclarezcan las circunstancias del siniestro.

Los sobrinos del fallecido, David de la Hera y Marco Antonio González, pidieron a las autoridades cubanas y españolas que agilicen la repatriación del cadáver. «Que agilicen lo posible» y «hagan bien» la identificación de los cuerpos, pidió González, visiblemente emocionado, tras mostrar la foto de su tío, que residía en Madrid, donde regentaba un negocio de hostelería en el barrio de Chueca. De la Hera explicó que el fallecido viajó junto a varios amigos a Cuba, un país que «llevaba mucho tiempo queriendo conocer», y precisó que fue el único del grupo que cogió el vuelo.


Segunda avería en Qantas
- Si el jueves pasado Airbus volvía a estar en el punto de mira tras el fallo del motor de uno de sus A-380, ayer, su principal competidora, la estadounidense Boeing se vio ayer afectada por una avería similar en uno de sus 747, también de la compañía australiana Qantas. Al igual que su aeronave rival, el Boeing con destino a Sidney se vio obligado a aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Singapur poco después de su despegue, con 412 pasajeros a bordo. El incidente del A-380, en idénticas circunstancias, supuso una caída de las acciones de EADS (matriz de la compañía) y del fabricante del motor del aparato, Rolls Royce. Según la compañía rival, General Electric, el Boeing 747 también llevaría un motor Rolls Royce, aunque ningún portavoz de la firma quiso ayer confirmar el dato.