Conflictos laborales

Arruinados por Berzosa

La deuda que vive la Universidad Complutense de Madrid tiene nombres y apellidos y está afectando, sobre todo, a la pequeña y mediana empresa. El Grupo Omega Cero, una empresa de servicios de limpieza y de vigilancia, fue contratada por la universidad para el mantenimiento del campus de Aranjuez.

SITUACIÓN DESESPERADA. Muchos trabajadores viven una agonía por los impagos de Berzosa
SITUACIÓN DESESPERADA. Muchos trabajadores viven una agonía por los impagos de Berzosalarazon

Sin embargo, a finales de 2009, el actual rector ya acumulaba un impago de 770.000 euros, alegando que «no tenían dinero y que tenemos unos seguros sociales pendientes de pago», confirman fuentes de la empresa. «El señor Berzosa no se ha preocupado por nuestra situación y se ha lavado las manos», añade.

Más tarde, crearon otra sociedad limitada denominada Hierro y Albero, dedicada también a la prestación de servicios de limpieza, seguridad y mantenimiento. Igualmente, la universidad requirió de sus servicios para el campus de Aranjuez y ahora la situación que viven dentro de la empresa es insostenible. «Nuestra plantilla está formada por mujeres con familia que necesitan su sueldo para poder vivir», lamenta. Veinte trabajadoras llevaban tres meses sin cobrar sus nóminas y amenazaron con ir a la huelga indefinida el 1 de marzo. La empresa inició negociaciones con los sindicatos y la universidad para que les pagaran el mes de enero, por lo que la huelga fue desconvocada y actualmente sólo les deben dos meses. Ahora, el rector decidió no pagarles la cantidad de 273.000 euros, la facturación de un total de 6 meses. El pasado viernes, la empresa consiguió reunirse con la Asesoría jurídica de la UCM para llegar a un acuerdo, puesto que, según afirman, «Berzosa siempre tiene muy buenas palabras, pero pocos actos». Aun así, confían en que «en época de elecciones no quieran que esto interfiera, porque saben que podemos hacer ruido». Para conseguir reunirse con la Complutense se han tenido que mover mucho, porque no les hacen caso, y su situación es «desesperada». «Nuestra plantilla amenazó con ir a la huelga indefinida y es normal, porque se les debe dos meses, pero nosotros no podemos pagarles por culpa de la deuda que la universidad tiene con nosotros», asegura.

Durante la reunión, los representantes de Hierro y Albero hicieron una propuesta a la Asesoría Jurídica de la universidad por la que les piden el pago del 50 por ciento de la deuda acumulada. La Complutense se comprometió a tener una respuesta mañana, pero a pesar de ello, el personal está en huelga desde el pasado jueves y de obtener respuesta negativa de la institución universitaria, no cederán. «La pelota está sobre su tejado», confirma. «He notado más seriedad en esta reunión que otras veces», concluye.

Ésta es una de las pequeñas empresas afectadas por la amplia deuda de la Complutense, la cual no ha tenido otra alternativa que plantarle cara al equipo de Berzosa, quien en época electoral, parece más receptivo que durante todos los meses que su personal ha dejado de recibir sus sueldos.