El PSOE despliega su maquinaria para el candidato «de urgencia»

SEVILLA- Nadie habría dicho ayer en la sede socialista de Luis Montoto que el PSOE de Sevilla ha tenido que lidiar una cruda batalla interna y saltarse todos los calendarios preelectorales de la Ejecutiva Federal para llegar a tan deseado momento: la multitudinaria presentación en sociedad de Juan Espadas, el candidato que relevará a Alfredo Sánchez Monteseirín después de tres citas electorales consecutivas, entre abrazos, apretones de manos, sonrisas, deseos de buena suerte y hasta pequeñas colas para «arrimarse» al elegido e inmortalizar el momento en la correspondiente fotografía.Estuvieron presentes todos los concejales socialistas «disponibles» –faltaban los que estaban de viaje, o sea, Monteseirín, Francisco Fernández y Teresa Florido–. También hicieron lo propio la Ejecutiva del PSOE de Sevilla y una larga lista de alcaldes, diputados, parlamentarios autonómicos y demás cargos electos de la provincia, incluyendo a toda una consejera, la de Salud, María Jesús Montero.A nivel interno, Espadas ha superado la primera dificultad: su designación «de urgencia», y escenificando una unidad interna suficiente. El secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, volvió ayer a justificar la anticipación en el nombramiento respecto a otras agrupaciones socialistas porque «los sevillanos querían conocer ya nuestra candidatura» tras la renuncia «voluntaria» del alcalde.Omnipresente en la sede provincial socialista, la secretaria regional de Organización, Susana Díaz, insistió en el «proceso impecable» de elección del aspirante, acelerado por la «singularidad» de la capital y que seguirá ahora su curso normal en manos de la Ejecutiva andaluza hasta su confirmación federal, el próximo 3 de julio.Ambos dirigentes no expresaron la motivación real de estas prisas, pero tampoco hizo falta. El PSOE necesita situar cuanto antes a Juan Espadas en primera línea política, con el objetivo de contar con un año completo antes de los comicios para hacer lo mismo que su contendiente del Partido Popular, Juan Ignacio Zoido, para ganar las anteriores elecciones: acercarse a la gente y superar un enorme desconocimiento ciudadano. A favor del aspirante socialista juegan su fama de gestor eficaz, una buena dialéctica y, sobre todo, la «engrasada maquinaria» del PSOE que ya ha empezado a funcionar.