Primera División

Málaga

«Ingeniero» sin voz ni voto

Como ya hiciera en el Real Madrid, Manuel Pellegrini volverá a la Liga para prestar servicios en un club presidencialista. Y a buen seguro que no se dará tanta prisa en firmar como lo hizo ante la llamada de Florentino Pérez.

Pellegrini dejó en el Madrid números de récord en la Liga, pero también la eliminación en Copa, «vergonzosa», que reconoce como responsable
Pellegrini dejó en el Madrid números de récord en la Liga, pero también la eliminación en Copa, «vergonzosa», que reconoce como responsablelarazon

Esta vez, el «ingeniero», apodado así en su tierra natal chilena por su titulación en ingeniería civil, acordará previamente el poder de decisión que le van a dejar en la parcela técnica y dejará muy atado el margen de maniobra que dispondrá a corto y medio plazo en los dos años y medio de contrato que le ha puesto encima de la mesa el jeque Abdullah Bin-Nasser Al-Thani, dueño del Málaga. Más aún viendo lo que le ha durado el cargo a Josualdo Ferreira y cómo el técnico portugués se ha enterado de su despido por los periódicos.

Tras su aciago paso por el Real Madrid, donde dejó números de récord en Liga –96 puntos y 102 goles–, pero también una vergonzante eliminación en Copa del Rey y Liga de Campeones a manos del Alcorcón y el Lyon, respectivamente, Pellegrini baja de categoría en el Málaga. Siendo así, su pretensión es que le dejen trabajar como en el Villarreal, equipo al que llevó a lo más alto de su historia con un fútbol ofensivo, vistoso, de buen trato del balón y mucha posesión. Donde él tenía la última palabra en el vestuario (véase el «caso Riquelme») y siempre fue respaldado por el presidente, Fernando Roig.

Muy al contrario, en el Real Madrid supo bien pronto, en menos de un mes, que era un técnico de transición para el club. Que no tenía «ni voz ni voto». Su distanciamiento con Florentino Pérez se produjo en los primeros compases de su contrato. «Teníamos una diferencia de opinión respecto a la conformación de la plantilla. Vendió jugadores que yo estimaba importantes (Robben y Sneijder)», reconoció Pellegrini, ya fuera del club, en el diario «El Mercurio». «Cuando hay una diferencia con el presidente, el que se va es el entrenador», añadió el técnico, que aseguró que su marcha se produjo sólo por decisión de Florentino Pérez, pues tenía el respaldo de «toda la dirección técnica y del 80 por ciento de los aficionados del club».

Resignado, Pellegrini nunca levantó la voz. Para qué si sólo le iba a servir para que desde ciertas plataformas le dieran peor prensa. Optó por esto: «Prefiero pensar lo que digo y no decir lo que pienso». Tampoco perdió nunca la compostura, ni la educación –uno de sus grandes atractivos para la afición, además del gusto futbolístico–, pese a la campaña de acoso y derribo orquestada.

Aguantar dicha situación puede valer en el Real Madrid, pero no en el Málaga, donde si a Pellegrini y su equipo técnico –Rubén Cousillas, segundo entrenador, y José Cabello, preparador físico– no les dejan comandar el proyecto deportivo, no tiene sentido aceptarlo.