Castells reafirma que el convenio que firmó con Millet es «irreprochable»

El conseller de Economía, Antoni Castells, despidió con una declaración de tres horas la comisión parlamentaria que investiga la presunta financiación irregular de CDC a través del Palau de la Música. La comisión acabó tal y como empezó, con una guerra abierta entre el tripartito y CiU de la que se hizo eco el propio Castells. El conseller reprochó a «todos» los diputados que el interés partidista ha acabado por imponerse al interés público.Gestión «intachable»Pero antes de la reprimenda, Castells empleó el tiempo en limpiar el nombre de la conselleria de Economía. Abrió la comisión con un alegato en defensa propia, donde cuestionó el interés que han demostrado algunos partidos políticos en su comparecencia. Recordó que la comisión investiga el uso que hizo Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) para supuestamente financiarse a través del Palau. Y añadió que él iba a explicar, a petición propia, la relación del departamento de Economía con la operación del hotel del Palau, el caso que ha llevado a Millet y Montull a pasar trece días en la cárcel y por el que hay imputados dos altos cargos del Ayuntamiento de Barcelona.Como ya hizo en su declaración ante la juez, Castells explicó con detalle el papel que su conselleria ha tenido en la película del caso del hotel del Palau de la Música. La palabra que más repitió en su relato fue «irreprochable». Si no la pronunció ocho veces, lo hizo nueve, siempre para referirse a la actuación de la Generalitat en la operación del hotel. Castells relató que el Ayuntamiento de Barcelona y el Palau de la Música se dirigieron a la conselleria para tirar adelante el proyecto del hotel. En la operación, entraba en juego un edificio de la Generalitat para hacer una permuta de usos con la finca donde se tenía que levantar el hotel. Castells afirmó una y diez veces que el convenio que la conselleria de Economía firmó con Fèlix Millet en marzo de 2006 fue «intachable», se hizo en defensa del interés de la ciudad y garantizando la hacienda y el patrimonio de la Generalitat. Aseguró que, hasta septiembre de 2009, Economía no supo que el proyecto había sido adjudicado a un particular. E insistió en que la Generalitat, en vez de perder valor patrimonial, iba a ganar 5,6 millones por la permuta, un dinero que aún reclama. Tras escuchar a los grupos, despidió a los diputados invitando a «todos» a reflexionar si han velado por la transparencia y el juego limpio o han utilizado la comisión para destruir al adversario.