Barcelona

El PSC matiza que es prioritario atraer talento que exigir catalán

El PSC matiza que es prioritario atraer talento que exigir catalán
El PSC matiza que es prioritario atraer talento que exigir catalánlarazon

La iniciativa de obligar a los profesores a acreditar un nivel de catalán para acceder a un plaza en la universidad perjudica más que beneficia al tripartito. Esta vez, no sólo PP y Ciutadans han criticado con dureza la medida lingüística, también lo ha hecho un amplio abanico de profesores universitarios, CiU y hasta el mismo PSC, el «pal de paller» del gobierno tripartito. La portavoz adjunta de los socialistas catalanes en el Parlament, Rocío Martínez-Sampere, admitió ayer que para su partido es más importante atraer talentos que garantizar un conocimiento suficiente de catalán en los profesores.

Medida «innecesaria»
La propuesta salió de Josep Huguet. El pasado lunes, el conseller de Innovación, Universidades y Empresa avanzó que el tripartito tiene en marcha una ley que exigirá un mínimo nivel de catalán a los profesores que opten por una plaza fija en la universidad. Un día después, tras la reunión del Consell Executiu, el conseller Francesc Baltasar, añadió que la ley sería aprobada «próximamente», con toda probabilidad, antes de que finalice la legislatura. A la pregunta de si la medida se aplicará también en la universidad privada, el conseller no supo qué responder, lo que dio a entender que la propuesta es fruto de la improvisación.

Aunque Baltasar aseguró que la medida «no sale de la nada» y que «ha sido consensuada con el sector universitario», hasta el día de hoy, un buen número de profesores universitarios han cargado contra la propuesta de exigir el catalán. Ayer, se sumaron políticos de diversos partidos. Además de la portavoz socialista, desde CiU, Oriol Pujol lamentó la forma nada afortunada con la que el tripartito ha planteado el debate. Josep Antoni Duran Lleida consideró «completamente innecesario» examinar a docentes que han acreditado sus conocimientos. Más contundente fue Aleix Vidal-Quadras que tachó de «aldeano y paleto» la propuesta del conseller.