Triunfo fácil de Cartagena y Leonardo

Fue un festejo interminable, con numerosos e inútiles tiempos muertos –se perdió, por ejemplo, un cuarto de hora entre el paseíllo y la salida del primer toro–, con la gente más pendiente de lo que hacían los caballos que de lo que se hacía con el toro.
 

Se lidió un encierro del ya habitual hierro de Los Espartales, muy desigual de presentación y de juego tampoco como para estar satisfecho, con animales blandos, muy distraídos de salida y que luego, más o menos, se dejaron hacer por parte de los jinetes.
 

Abría cartel Andy Cartagena (dos orejas), que se convirtió en el primer gran triunfador de la feria de Castellón por una actuación vibrante y muy festiva en la que no siempre clavó con ortodoxia.
 

Otras dos orejas se llevó Leonardo Hernández, que estuvo muy dispuesto e hizo de todo ante un toro que se le entregó totalmente y del que sacó todo hasta dejarle literalmente extenuado.
Sergio Galán (oreja y dos vueltas), fue el que más acorde al canon del rejoneo estuvo. Rui Fernandes (ovación) anduvo con muchos desajustes; Álvaro Montes (silencio) correcto y frío y Manuel Lupi (ovación) no dijo nada de relieve en su debut en esta plaza y feria.