Literatura

Murcia

Duelo por Antonio PARRA

La Razón
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De Hofmannsthal (Carta a Lord Chandos) a Wittgenstein, Samuel Beckett, Ionesco, Blanchot o Bataille hay toda una cesura entre dos siglos y entre dos guerras mundiales en el encanto de la tierra. Weber decía que el precio pagado por el hombre por la sabiduría (el sueño ilustrado del XVIII) había sido el desencanto de la tierra. En realidad ese y no otro es el sentido último del mito de la expulsión del paraíso: la tierra se desencanta para Adán y Eva, y el precio que pagan es el de otra sabiduría trágica que es la que, en última instancia, pertenece al ser humano: el conocimiento del tiempo (de su paso) y de la muerte. Pero en esa época fin de siècle que comentamos no sólo se da un desencanto hacia las posibilidades racionales del hombre, sino también una convicción melancólica de la imposibilidad del lenguaje para cumplir sus expectativas, siquiera en su modestia instrumental, mucho menos en las emocionales o «esenciales». Miguel Ángel Hernández Navarro, también conmovedor rastreador de estas insuficiencias de la palabra, acaba de publicar un nuevo libro, Cuaderno (…) duelo, en el que nos regala relatos-reflexión tan magistrales como el dedicado a sus padres muertos (nos anticipa a todos la orfandad de la que finalmente estamos hechos). Ahora que se acerca el duelo por excelencia del Cristianismo, la Pasión simbólica de Cristo, es un buen momento para sumergirse en este libro editado por Nausicaa, y también para pensar si hay redención posible pese al sacrificio ritual o si estamos hechos de palabras que ya no sirven para nombrar las cosas. O peor: palabras para las que ni siquiera hay un objeto y que ya nada connotan.