Nueva York
Este hombre quiere acabar con la vida de Ben Laden
Se llama Gary Brooks Faulkner, tiene 52 años, es norteamericano y le queda poco tiempo de vida. Pero antes, quiere acabar con el hombre más buscado
Algunos podrían verlo como un perturbado mental, otros como un nuevo Mesías que recibió la llamada de Dios para salvar a Estados Unidos de su peor amenaza: el terrorista saudí Osama Ben Laden. Dicen los que le conocen que el californiano Gary Brooks Faulkner, de 52 años, siempre ha sido una persona muy religiosa, aunque alguna que otra vez se ha extraviado del camino y ha tenido varios encontronazos con la justicia por desorden público. A simple vista, Faulkner es un hombre corriente que lleva una vida corriente: trabaja como empleado de la construcción, va los domingos a misa y le gusta practicar deportes como la escalada, y las artes marciales. Pero detrás de su existencia anodina se esconde un hombre idealista que aspira ser el salvador del mundo capturando al enemigo «número uno», porque cree conocer el lugar donde se oculta Ben Laden.Convencido de su misión redentora, Faulkner viajó a Pakistán con un visado de turista, desde Denver a Karachi, el pasado 30 de mayo, para dar con el paradero actual del prófugo líder de Al Qaida. Tras aterrizar en el aeropuerto de Karachi, Faulkner tomó otro avión para dirigirse a la bucólica región montañosa norteña de Chitral, destino elegido por los escaladores, y se hospedó, a partir del 2 de junio, en un hotel rural en el valle de Bumburate, donde habitan los Kalash, una tribu pagana que data de los tiempo de Alejandro Magno. Hasta aquí, los pasos del visitante estadounidense no levantaron sospechas. Sin embargo, lo que nadie sabía es que Faulkner guardaba en su maleta una daga de 40 pulgadas, varios cuchillos, una arma de fuego y un equipo de visión nocturna. Todo lo necesario para cazar a Ben Laden, el hombre más buscado del mundo y por cuya cabeza Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares. Ésta sería la última oportunidad para cumplir con su cometido, pues Faulkner padece una insuficiencia renal crónica, al igual que su escurridiza presa. Su familia está preocupada por la salud de Faulkner porque teme que no podrá continuar con el tratamiento de diálisis. A pesar de su delicado estado de salud, el cazador de Ben Laden se mantiene en buena forma gracias al entrenamiento en artes marciales coreanas y estaba dispuesto a arriesgar el poco tiempo que le quedaba de vida para intentar liquidar él solo al hombre que causó la muerte de cerca tres mil de personas en los atentados del 11-S en Nueva York. Pero la noche del pasado 14 de junio, sus planes se vinieron abajo: el turista estadounidense había desaparecido y las fuerzas de seguridad abrieron un dispositivo de búsqueda por la zona. Como a cualquier ciudadano extranjero, a Faulkner le designaron un guarda de seguridad, que informó a las autoridades de su desaparición la noche del pasado sábado», explicó a LA RAZÓN, el jefe de la Policía de Peshawar, Naveed Malik. Bajo máximo secretoTras diez horas de búsqueda policial, el desaparecido fue hallado cerca de la frontera para cruzar a pie a la vecina provincia afgana de Nuristán, bastión de los talibanes. «Al otro lado le esperaban cuatro hombres que iban a acompañarlo en la búsqueda de Ben Laden», nos reveló una fuente de los servicios secretos paquistaníes, conocido como el ISI. El arresto de Faulkner se ha convertido en un asunto muy delicado para las autoridades paquistaníes y en un problema embarazoso para la Embajada de EE UU en Islamabad. El pasado martes, fue trasladado en un avión de la PIA a Peshawar para ser interrogado por agentes de inteligencia. La investigación se está desarrollando «bajo el máximo secreto» y «sólo se mantiene informado a los servicios consulares de la Embajada de EE UU», indicó el agente del ISI. Además de la investigación policial, un equipo de psiquiatras está estudiando su caso para determinar si Faulkner padece algún tipo de trastorno mental, diagnóstico que rechaza su hermano Scott, médico de profesión, que declaró a la cadena de televisión NBC que «no está ni loco ni es un psicópata, ni tiene pegadas en su habitación las fotografías de Ben Laden. Simplemente, Gary creía que estaba muy cerca de poder descubrir dónde se encontraba y acercarse a él para hacerle un favor al presidente Obama». 25 millones por una informaciónAunque él alega que sus viajes a Pakistán están motivados por patriotismo y no por la suculenta recompensa de 25 millones de dólares por facilitar información que conduzca al paradero de Ben Laden, Gary Brooks Faulkner se ha convertido en el primer ciudadano estadounidense a la caza y captura del terrorista más buscado del mundo. Hasta la fecha la búsqueda sin éxito del enemigo número uno de buena parte del mundo, que escapó del ataque fallido de EE UU en Tora Bora en diciembre de 2001, se ha llevado a cabo por funcionarios de la CIA en colaboración con los servicios secretos paquistaníes.
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