Lo que importa

En un escenario como el actual casi todos los problemas son relativos comparado con lo que de verdad importa: tener un trabajo digno razonablemente remunerado que permita disponer de casa y pagarla, garantizar la alimentación para la salud, derecho a la educación de los hijos y vivir sin la angustia de no disponer de empleo ni ingresos para abordar lo anterior. Por eso el paro es, sondeo tras sondeo del CIS, la principal preocupación de los españoles, muy por encima de todas las demás. Y la segunda la situación económica, bien entendido que una cosa lleva a la otra y que ambas se encuentran inevitablemente relacionadas.
Llama la atención que tome cuerpo como tercera preocupación el hecho de tener una clase política incapaz de resolver los problemas, con frecuencia culpable de muchas de las situaciones que se plantean. A menudo son los políticos los responsables de que el paro crezca y la economía no mejore. Se dedican a sus fantasías ideológicas y olvidan que lo que interesa a los ciudadanos es el bienestar de los suyos y no las quimeras falsas en las que sin necesidad nos embarcan. Léase, por ejemplo, estatutos de autonomía. Buscas en la encuesta del CIS y encuentras lo anterior e inmigración, terrorismo, inseguridad, vivienda o pensiones, pero muy poco de eso que tanto preocupa a ellos y tan poco a la gente de la calle.