Hora de rectificar por Benigno BLANCO

Todos los países occidentales llevan años intentando afrontar el grave problema del crecimiento de los abortos y las enfermedades de transmisión sexual, especialmente entre los adolescentes, con nulo éxito. El último en reconocer este fracaso ha sido Francia, a través del informe del IGAS, que vuelve a constatar que con más anticonceptivos y más presunta educación sexual no se logra contener el aborto creciente. España insiste en la senda de lo ya fracasado con la nueva Ley del Aborto. ¿Por qué estos fracasos? Por que la apuesta sistemática por facilitar anticonceptivos y píldoras y de impartir una presunta educación sexual basada en el «todo vale y todo es bueno, pero con preservativo», lo que logra es incrementar las conductas de riesgo. ¿Por qué los gobiernos como el español no quieren abandonar esta política siempre fracasada? Por un prejuicio ideológico que no quieren abandonar y dice así: solo hay un estilo de vida saludable, el que incorpora pautas de conducta sexual activa desde cuanto antes mejor, con cuantos más mejor y, por supuesto, «sin prejuicios morales». Éste es también el prejuicio que subyace a la Ley del Aborto española. Ya va siendo hora de rectificar