«Es el mayor drama que recuerdo»

Ellos no tuvieron la misma suerte que Gemma y Ángela que, pese a estar graves, se recuperan de en el Clínico de Madrid y en el Hospital Tajo de Aranjuez. La estampa era desoladora. Los amigos de los fallecidos lloraban y se abrazaban incrédulos ante la peor noticia que podían recibir y sólo se preguntaban «¿por qué?». Según declaraciones de algunos conocidos, los jóvenes volvían de una fiesta con barra libre y conducía Juan Antonio, de 21 años, el mayor de los cinco, y muy amigo de Rubén. «Trabajaba en la Opel y se había comprado el coche hace 15 días», explicaba una amiga. Juan Antonio era el mayor de tres hermanos y según sus vecinos era un «chaval muy bueno y nada conflictivo». Todos comentaban que el hecho de que llevara poco tiempo con el carné de conducir pudo influir en que perdiera el control del volante y se saliera de la carretera, «aunque si hubieran llevado el cinturón de seguridad, a lo mejor estarían vivos».

Su hermano estaba en la puerta del tanatorio, recibiendo a la gente que se acercaba a darles el pésame, ya que sus padres «destrozados» estaban en el interior. La historia de Rubén es parecida. Hijo de una «familia humilde, pero muy trabajadora», tenía 20 años y estaba a punto de terminar el instituto. Quería ponerse a trabajar «para darle los dos primeros sueldos a sus padres». Y es que todos sus amigos coinciden en que era una gran persona «con un corazón enorme y que siempre estaba pendiente de los demás». Macarena, de 18 años, era la más joven de los tres que perdieron la vida en el siniestro. No mantenía una estrecha amistad con los chicos «se conocerían de vista y debieron coincidir en la fiesta» declaraba una joven. Sus familiares aseguran que era una niña «muy buena y dulce» y todavía no asumen lo ocurrido. El Ayuntamiento de Aranjuez ha declarado dos días de luto oficial -ayer y hoy- en memoria de los tres jóvenes.