Ajuste de cuentas a tiros contra los hermanos Bascuas

MADRID- Un tiroteo sacudió ayer la habitual tranquilidad de un edificio de viviendas y oficinas en Vicálvaro. Todo ocurrió poco antes de las tres de la tarde. Dos individuos lograron entrar en el número 2 de la Carretera de Vicálvaro a la Estación de O'Donell, pese a que el recinto cuenta con seguridad privada las 24 horas del día. Una vez dentro se dirigieron a la cuarta planta, y allí, tras una discusión, efectuaron varios disparos. «Fue un poco confuso, porque como tenemos una fábrica de chatarra y el tren aquí al lado, al principio no identifiqué los disparos», reconocía uno de los vecinos. Otro, sin embargo, sí se dio cuenta de lo sucedido. Tras escuchar golpes y gritos de dolor, salió al rellano de la escalera, vio que había sangre y avisó a la Policía. Además de la Policía Científica y la Policía Judicial de la comisaría de San Blas –que se hizo cargo de la investigación– hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias ambulancias y UVI móviles. Allí constataron que había dos heridos. Se trataba de dos hermanos, Javier y José Luis Bascuas, de 33 y 30 años, respectivamente. Uno de ellos ingresó en estado muy grave en el Hospital 12 de Octubre con tres heridas de bala y tras sufrir una pérdida de sangre considerable. Su hermano fue trasladado al Hospital de la Princesa, aunque con un pronóstico menos grave. Éste también tenía una herida de bala en la pierna y, además, una fractura en el brazo.

Después de que se produjera el tiroteo, los vecinos pudieron ver cómo dos hombres de raza negra se daban a la fuga en un coche oscuro tipo ranchera. La Policía trabaja con la hipótesis de que los hechos respondan a un ajuste de cuentas. En el piso, en el que vive habitualmente uno de los hermanos, los agentes responsables de la investigación encontraron heroína y gran cantidad de dinero, según la Policía. Ninguno de los dos hermanos tiene antecedentes policiales.
Por la tarde, los vecinos del inmueble seguían sin dar crédito a lo que había sucedido. «Es un edificio de «lofts», en el que hay despachos, oficinas y viviendas familiares. Pero algo así puede ocurrir también en un barrio de clase alta», reflexionaban algunos de ellos. Sobre los hermanos heridos, los vecinos reconocieron que les habían visto poco ya que «apenas llevaban tres meses viviendo allí».