África

Conflicto armado

La violencia se desata en las calles de Siria

Como en el resto de países árabes, los sirios eligen los viernes para protestar contra el régimen de Bachar al Asad y reclamar más libertades. Ayer, las manifestaciones se sucedieron en barrios y localidades como Arbeen, Dariya, Harasta, Homs, Kameshli, Latakia, Tartus y en el epicentro de las protestas: en Deraa.

Fotografía distribuida por la agencia oficial de noticias siria, SANA, en la que se ve a un policía herido en un hospital de Deraa, ayer.
Fotografía distribuida por la agencia oficial de noticias siria, SANA, en la que se ve a un policía herido en un hospital de Deraa, ayer.larazon

Aquí, según activistas consultados, la cifra de fallecidos es la mayor. Al cierre de esta edición, al menos 25 personas habían muerto en todo el país, 18 de ellas en la sureña ciudad. Los testigos cuentan que tanto la Policía como agentes de paisano abrieron fuego contra los manifestantes. Además, en el hospital de Deraa, un estudiante de medicina indicó que nueve de los 13 cadáveres en la morgue «tenían un tiro en la cabeza».

Mientras que Wissam Tarif, activista de Derechos Humanos y miembro de la ONG Insan, explica a LA RAZÓN desde Damasco que tiene ya en sus manos los nombres de 14 de los fallecidos en Deraa, la agencia estatal de noticias, SANA, habló también de las bajas en dicha localidad, sí, pero dentro de las filas de la Policía. Según la agencia oficial, un grupo de «vándalos» abrió fuego en medio de las protestas. Después, fue la televisión nacional la que informó al pueblo sirio de que «un grupo armado y enmascarado» se dedicó a disparar a los manifestantes. En el telediario, recogido por AP, se comunicaba la muerte de 19 personas entre policías y otros miembros de las Fuerzas de Seguridad.

Aunque no es la primera vez que el Gobierno sirio reconoce que hay fallecidos en las últimas tres semanas, nunca se habían descrito víctimas entre las fuerzas del orden. Eso sí, hace quince días ya utilizó a los «grupos armados infiltrados» como culpables de las muertes de los sirios que se manifiestan para pedir reformas. Algunos activistas se temen un contragolpe todavía peor con las 19 bajas como excusa de la venganza.

«Tengo los nombres de 14 vecinos de Deraa, entre los que figuran un médico y una enfermera; si el Gobierno habla de fallecidos que diga qué militares o policías han muerto», reconoce Tarif. Este investigador augura que Al Asad quiere «cortar la cabeza de la serpiente, es decir, Deraa, y enviar allí sus tropas».

Según Amnistía Internacional (AI), al menos 171 personas han fallecido en Siria en los últimos 21 días de revueltas. «Los alarmantes informes que nos llegan desde Siria muestran que las autoridades no han alterado sus violentos métodos para tratar con la disidencia», señaló Philip Luther, director delegado de AI para Oriente Medio y el Norte de África.