Barcelona
Superar el control de frontera del aeropuerto en sólo 20 segundos
Los quioscos desatendidos de Madrid y Barcelona comprueban el DNI, la huella y la fotografía del pasajero
Una de las grandes incomodidades de viajar en avión es esperar las largas colas, tanto para recoger la maleta como para pasar por el control policial y enseñar la identificación. La primera tiene una fácil solución, no facturar la maleta; para la segunda y desde hace unos días se ha puesto en marcha un proyecto piloto en las T1 y T2 del aeropuerto barcelonés de El Prat y en las T1 y T4 de Madrid Barajas para reducir el tiempo en el control de entrada a España a tan sólo 20 segundos.
El sistema ABC de Indra es una novedosa solución que reduce el tiempo de espera al mismo tiempo que aumenta la seguridad, ya que combina la comprobación de la documentación y una doble identificación biométrica del ciudadano, los rasgos de la cara y la huella digital. Con un presupuesto de 1,2 millones de euros, «representa un gran avance respecto a los puestos tradicionales, que sólo contaban con la pericia del agente», explica David Antonio Pérez Herrero, responsable del proyecto de Indra.
Disponible para los viajeros que lo deseen, se han instalado dos tipos de quiosco para la identificación individual desatendida, pero bajo supervisión policial en ambos casos. La primera instalación es de tipo cerrado. El viajero entra en la esclusa de dos puertas, tanto de entrada como de salida, dotada de cámaras que registran los rasgos de la cara de la persona, una lector de huella dactilar y un lector de DNI. Se verifican al mismo tiempo, estas dos características físicas con los datos almacenados en el chip de su documento. Estos quioscos están conectados con el sistema de la policía con lo que «se aprovecha para comprobar los antecedentes», detalla Herrero. Siempre vigilado por un puesto de control atendido, equipado para ver en todo momento lo que la persona está haciendo. Una vez hechas las verificaciones, la puerta se abre, dando paso al viajero. Total: 20 segundos.De puerta simpleLa segunda opción es realmente novedosa y mucho más libre. Varios terminales o quioscos de puerta libre se encuentran dispersos por la terminal. Se realiza la triple verificación y si todo va bien, el pasajero deberá encaminarse hacia la puerta de acceso, donde un último torno le volverá a leer la huella digital. La diferencia de tiempo es aquella que tarde el ciudadano en llegar de un quiosco a la puerta, situados a tan sólo 15 metros de distancia.Son seis quioscos de puerta simple y dos puertas en la T1 de Madrid y en la T2 de Barcelona y otras seis esclusas en la T4 de Barajas y en la T1 de El Prat.
Durante la prueba piloto, que durará seis meses, se encontrará activo en las zonas de llegada, con horario de 8 a 15 horas y será accesible a cualquier ciudadano mayor de edad de la Unión Europea, el espacio Económico Europeo y Suiza, que posea, eso sí, un pasaporte o documento de identidad informatizado, o sea, con chip. Una tecnología que en Europa se está implantando desde 2006 con el objetivo principal de evitar la falsificación de los pasaportes y DNI. «Tanto el viajero como el policía necesitan un tiempo de entrenamiento», concluye Herrero.
La intención es ampliarlo al resto de terminales españolas, pero gracias al proyecto piloto, España se sitúa en las primeras posiciones en Europa en lo que se refiere a aplicación de seguridad biométrica. Además, el hecho de que se usen dos técnicas diferentes y complementarias, hacen de los quioscos de control una forma de autenticación robusta y fiable, a la vez que rápida.
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