Valencia

Velasco procesa a cinco presuntos etarras por intentar una «matanza»

Los terroristas, procesados por matar a Uria, hicieron estallar un artefacto y colocaron dos bombas trampa contra la Ertzaintza

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha procesado a cinco presuntos etarras por intentar perpetrar una "matanza"en un repetidor de la localidad guipuzcoana de Hernani el 16 de enero de 2009, al hacer estallar un artefacto y colocar otras dos bombas trampa que no llegaron a explotar con las que pretendían atentar contra agentes de la Ertzaintza.

Los procesados son Beinat Aguinalde Ugartemendia, Ugaitz Errazkin Telleria y Manex Castro Zabaleta, miembros de un comando de 'legales' de ETA denominado 'Asti', así como Joanes Larretxea Mendiola y Iurgi Garitagoitia Salegui, integrantes de un grupo de 'liberados' de la banda llamado 'Ezuste'.

A los cinco, que también están procesados por el asesinato del empresario Ignacio Uria, perpetrado por ETA el 3 de diciembre de 2008 en la localidad guipuzcoana de Azpeitia, se les imputan en esta causa los delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, pertenencia a banda armada, estragos y tenencia y fabricación de explosivos.

El auto de procesamiento detalla que los cinco presuntos etarras prepararon el primer artefacto explosivo en la casa de la madre de Manex Castro y lo colocaron a la altura del repetidor de comunicaciones situado en el barrio de Santa Bárbara de Hernani. La bomba, que explotó a la una de la madrugada del citado día, causó daños valorados en más de 80.000 euros.

Según el juez, "aprovechando la hora nocturna que era y en la esperanza de que acudiera la Ertzaintza al lugar de los hechos", los procesados colocaron a escasos metros otras dos "bombas trampa"que estaban escondidas en mochilas y disimuladas entre la vegetación, conectadas entre sí mediante un sedal y una pinza de ropa y provistas de una gran cantidad de metralla.

Tras recibir el aviso de la explosión, acudieron al repetidor dos agentes de la Policía Local, 21 agentes de Seguridad Ciudadana e Investigación y 12 de la Unidad de Desactivación de Explosivos de la Ertzaintza, así como un técnico de Retevisión y un operario de mantenimiento. Todos ellos, según el juez, "tuvieron la prudencia y la suerte de no accionar las bombas".

En el camino de acceso al repetidor colocaron dos carteles pegados con cinta aislante con la indiciación 'Kontuz Bomba ETA (Peligro bomba ETA)' y otro igual en el repetidor, al tiempo que realizaron una pintada con aerosol verde con idéntica inscripción. El hecho de que la advertancia estuviera en singular es interpretada por el juez Velasco en el sentido de que los etarras se referían únicamente al artefacto explosionado, por lo que buscaban "llamar la atención de la Ertzaintza para que se viera envuelta en la posterior activación de las otras dos bombas trampa ocasionando una matanza".

El atentado fue reinvindicado por ETA en un comunicado difundido por el diario 'Gara' el 15 de junio de 2009 en el que se señalaba la intención de "impactar a los artificieros de la policía autonómica de España". Además del comunicado, en la causa consta el hallazgo en un contenedor próximo a la casa de la madre de Manex Castro una bolsa en la que se encontraron "elementos propios de la confección de bombas", así como un vídeo en el que se observa a éste y Ugaitz Errazkin comprando las mochilas supuestamente utilizadas en el atentado en el Decathlon del polígono Belartza de San Sebastián.

Para Velasco, "el escaso tiempo empleados por los dos imputados en la compra de las mochilas (tres minutos desde que acceden, se dirigen al expositor y posteriormente a caja)"hace suponer "un desinterés"de los etarras "por las características del producto", ya que "el destino que se le iba a dar no era el habitual".

Castro se encuentra en la actualidad en la prisión de Picassent (Valencia), mientras que Aguinalde, Larretxea y Garitagoitia permanecen encarcelados en Francia, donde fueron detenidos entre febrero y octubre del pasado año. Según el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el primero de ellos --detenido junto al ex número 1 de ETA Ibon Gogeaskoetxea-- también habría participado en la muerte del concejal socialista en Mondragón Isaías Carrasco.

El único huido en estos hechos es Ugaitz Errazkin, para quien el juez Velasco reitera la orden de búsqueda y captura europea e internacional que decretó en julio pasado.

Además del asesinato de Uria y el atentado contra el repetidor de Hernani, los cinco presuntos etarras están imputados por otras tres acciones terroristas cometidas contra el Juzgado de Tolosa (Guipúzcoa), el 4 de octubre de 2008; la Universidad de Navarra, el 30 de octubre de 2008; y la sede del PSE de Lazkao (Guipúzcoa), el 23 de febrero de 2009.