Elecciones Generales 2016

El aparato

La Razón
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El todopoderoso aparato de un partido, de cualquiera, resulta normalmente imbatible por la cantidad de intereses de todo tipo que controla y que van desde el puesto (de trabajo) para el que puede ser designado el «enchufado» –listas electorales, empresas públicas …–, hasta el futuro de la persona en cuestión: negro si osa plantarle cara y pierde el pulso, o rosa si dice amén a todo. ¿Recuerdan ustedes a Borrell y dónde está ahora? Fue un político muy inteligente que ganó a Joaquín Almunia (hombre del aparato), en unas primarias y al que Ferraz le hizo la vida imposible hasta que se vio obligado a presentar la dimisión sin poder presentarse como candidato a las elecciones, que era el privilegio que había ganado en la contienda. La suerte que tiene Tomás Gómez, triunfador frente a Ferraz, Moncloa, Interior y José Blanco, es que no hay tiempo material para que lo descabalguen. Por ello, a no ser que tenga muchos cadáveres bajo la alfombra –que no creo–, será el contrincante de Esperanza Aguirre en los comicios autonómicos de mayo. La ventaja de Gómez es que de ser un auténtico desconocido ha pasado a convertirse en un tipo con carisma, capaz de plantarle cara a Zapatero y a todos sus acólitos y… ganarles. Se preguntarán por qué no menciono a Trinidad Jiménez, la explicación es sencilla: porque creo que el pulso era entre Moncloa y Ferraz con la antigua Federación Socialista Madrileña y no con la ministra de Sanidad que ha sido un instrumento del aparato de su partido. Así pues, la perdedora no es ella sino Zapatero, Blanco y Rubalcaba.