Misión imposible por Ely del Valle

España se la juega esta semana en Europa. Sí, ya sé que esto lo hemos dicho más de un par de veces en los últimos meses, pero parece que ahora la cosa va a en serio. Resulta que después de casi un año de ver como esa chapuza denominada Unión Europea se va deshaciendo por los hilvanes, Merkel y Sarkozy se han venido arriba y proponen crear un nuevo Tratado pero esta vez dejando fuera a quienes nunca debieron estar dentro. Navegamos directos a la famosa Europa de las dos velocidades, la del palco y el gallinero, la del business y el turista, la de los gráciles jinetes y el pelotón de los torpes; la Europa, en definitiva, que es la que es, mal que les pese a quienes han dado entrada gratis con copa a todo quisqui sin mirar más pelo que el de la cercanía geográfica, y un desmesurado deseo de crecer, como si eso en sí mismo fuese algo bueno. Europa se ha comportado durante mucho tiempo como los bancos que deban créditos a quienes no iban a poder pagarlos, y como los reyes vanidosos, creyó que con acuñar moneda propia, esto estaba hecho. Hoy que la crisis, esa gran destripadora de trucos, ha dejado claro que las mentiras, las promesas falsas y el despilfarro han circulado por debajo de la mesa como Pedro por su casa, la solución pasa por separar los países solventes de la basurilla. La proeza que debemos conseguir esta semana es que Rajoy, por boca de Zapatero, convenza a la pareja Merkel-Sarkozy de que somos de fiar, cosa que, por otro lado, nadie sabrá hasta que no se haga inventario de lo que ha quedado tras el paso de las huestes de Zapatero por el Gobierno. ¿Misión imposible? No, pero casi.