Barcelona
Son seguras las transfusiones masivas de sangre
Hace una semana la vida del diestro José Tomás se perdía en el rastro de sangre que dejaba camino a la enfermería
Se llegó a oír, incluso, por la megafonía del coso mexicano de Aguascalientes, pedir voluntarios para donar. Esto no hizo falta, ya que como se ha sabido más tarde, en la «polémica» enfermería le transfundieron al torero dos bolsas de plasma, ante la imparable sangría que había provocado la cornamenta del astado. Gracias la pericia del cirujano y una gigantesca transfusión sanguínea, el diestro pudo recuperarse. Pero, ¿son seguras estas transfusiones masivas?En los primeros momentos, se temió por su vida, una evolución improbable, señalaban muchos expertos. ¿Por qué? Durante las primeras 48 horas tras una transfusión de ese tipo y de tanta cantidad, pueden surgir las complicaciones más importantes, como avisa la jefa de Hematología del Hospital Clínico de Madrid, Ana Villegas: «De momento, parece que ha superado lo más difícil, ya que su cuerpo se ha adaptado a la nueva sangre sin presentar ninguna anomalía, que sepamos».La polémicaRespecto a todo lo que se ha dicho y rebatido sobre las circunstancias en que se llevó a cabo la transfusión del diestro, siempre habrá más leyenda que verdad. Hoy en día, según todos los expertos consultados, no se lleva a cabo una donación directa de una persona a otra. «En la actualidad, resulta impensable esto. Nadie, ningún profesional médico se arriesga a llevar a cabo algo así, sería una locura», explica Lluís Puig, director de la División de Sangre del Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona. El principal problema que observan es que de este modo no se controla en absoluto la compatibilidad donante-paciente, con todo lo que ello acarrea. «Sobre todo por las infecciones y porque no se conoce nada de quien ofrece la sangre», apunta Puig. En la actualidad, con todos los medios que hay en los laboratorios y bancos sanguíneos los riesgos de contraer una enfermedad infecciosa es casi nula. Debido a la probabilidad de transmisión de una infección a partir de la sangre o de sus componentes, cada unidad de sangre donada se somete a cuidadosas pruebas de laboratorio en busca de la presencia de virus. Así, con estas extensas pruebas la probabilidad de recibir una unidad de sangre que transmita el VIH es inferior a una entre 1,9 millones, y el riesgo de exposición al virus de la hepatitis C es menor a una entre un millón. Sin contar con los grandes accidentes, entre los que se encuentran los de tráfico y las cogidas por asta, normalmente se transfunde una vez que la hemoglobina ha descendido por debajo de nueve gramos, en los casos de anemia u otros problemas patológicos. «En el caso de aparatosos accidentes, como la cogida del torero, no se evalúa la cantidad que se pierde sino la necesidad que existe», apunta Villegas.Mucho volumen, en muy poco tiempo, también puede desencadenar complicaciones que subrayan los especialistas. Lo que en principio evita un shock hipovolémico –en el que corazón sería incapaz de bombear suficiente sangre, ante la pérdida de la misma–, podría desencadenar en una sobrecarga de líquido si no se vigilase de forma continuada. «Hablamos de situaciones en las que según "vas poniendo, vas perdiendo". Sobre todo en situaciones en los que el paciente pierde sangre "como un grifo"sin cesar y hay que reponer hasta que se estabilice», subraya Eduard Muñiz, secretario de la Sociedad Española de Transfusiones Sanguíneas. En estas situaciones, resulta importante que el enfermo sea ingresado cuanto antes para que se pueda revisar su equilibrio hemodinámico, recuento de glóbulos rojos, hemoglobina, y plaquetas, entre otros. «Que cuente con un volumen sanguíneo bueno, como para mantener las constantes vitales, y que pueda ser trasladado», apunta Muñiz. Salvador Boix, apoderado del matador, confirma que en la plaza había bolsas listas para transfundir y que la pericia de los médicos, «ha permitido que evolucione tan bien».Ante las críticas sobre cómo se actúa en los cosos taurinos ante estos procedimientos clínicos, en México, queda reflejado que el paciente se estabilizará en la enfermería y después será trasladado al hospital más próximo. Sin embargo, en España, por el contrario, como explica Máximo González Padrós, máximo responsable médico de la enfermería de la Plaza de Las Ventas, «en las plazas de primera hay auténticos quirófanos, "mini hospitales", listos para lo que pueda ocurrir. En las demás, –en los pueblos–una UVI móvil siempre está preparada a las puertas de la plaza». Desde el Banco de Sangre y Tejidos de Barcelona, confirman que previamente a cada corrida se comunica el tipo de sangre de cada torirero para que sean trasladadas, «para estar preparados, por si acaso», apunta Puig.
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