El PP se conjura para dar otro salto en las elecciones municipales

BARCELONA- El reloj que marca la cuenta atrás para las elecciones municipales del próximo 22 de mayo ya hace un tiempo que corre. El PP, sin ir más lejos, tiene la fecha señalada. Después de cosechar los mejores resultados de su historia en las elecciones autonómicas, la reválida se presenta sumamente interesante. Barcelona, un ayuntamiento tradicionalmente huidizo y monolítico, está a las puertas de romper con los treinta años socialismo. Y lo saben. Por ello, su intención es ser la fuerza decisiva en el en el próximo gobierno municipal. No en vano, para los populares sería la primera vez que accederían a una gran institución catalana.
Con la tregua de Pascua esta misma semana, ayer se antojaba como un buen día para hacerse la foto de familia. Dicho y hecho, la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez Camacho, aprovechó para reunirse con los cabezas de lista de las candidaturas populares en Cataluña en la plaza del Rei de Barcelona, en pleno Barrio Gótico y a escasos metros de la mencionada joya de la corona municipal, el ayuntamiento de la Ciudad Condal.
Así las cosas, Sánchez Camacho comentó que esperan aumentar un 30 por ciento el número de regidores en las próximas elecciones. El partido, a la sazón, estará representado en más del 95 por ciento de la población catalana y renueva el 72 por ciento de las listas municipales.
En la actualidad, el PP tiene 284 cargos electos y participa en 34 gobiernos municipales, entre los que destacan Blanes, Premià de Dalt, Cunit o Lloret de Mar. Los populares, además, cuentan con tres alcaldías en su poder, la más importante de ellas es Creixell (Tarragona) con una población de 3.000 habitantes.
Las armas con las que cuenta el PP podrían resumirse en el ideario del candidato de Barcelona, Alberto Fernández, para su propia plaza: seguridad ciudadana, obligaciones a la inmigración y una Cataluña plural; mientras que en materia económica: austeridad administrativa, eficiencia y salir de la crisis.