El tijeretazo social indigna a Cataluña

El objetivo del Gobierno catalán es que «se trabaje más con menos» y, a pesar de que los profesionales están dispuestos a «arrimar el hombro» en época de crisis, ya han advertido de que no lo harán de cualquier manera. De hecho, mañana está prevista una manifestación masiva, convocada por sindicatos sanitarios y educativos, ante el Palau de la Generalitat a las 18.00 horas.

El conflicto es tal entre la Consejería de Salud y los profesionales sanitarios que anteayer el principal asesor en materia de sanidad del presidente de la Generalitat Artur Mas, salió en defensa de la excelencia y calidad del sistema público y exigió al Ejecutivo catalán que paralice los planes de ahorro ya que «afectan y podrían afectar aún más a la calidad». En total, el departamento de Salud quiere recortar 1.000 millones de euros. Y, aunque el consejero de Salud, Boi Ruiz, viene asegurando que la atención al paciente no se verá afectada, la confrontación creada con el sector obligó al ejecutivo catalán a sellar ayer un acuerdo de mínimos en este línea.

Contención del gasto
Los sindicatos educativos también han manifestado que va a ser difícil llegar a acuerdos con la Consejería de Enseñanza sobre cómo llevar a cabo las políticas de «reordenación» propuestas. Entre las medidas que quiere implantar la consejera Irene Rigau destaca la de que los docentes impartan una hora más de clase a la semana, la eliminación de la sexta hora de clase en la educación Primaria pública, así como la de postergar la reducción de jornada para los profesores de más de 50 años.

Además, ya se ha pedido a los centros la contención de los gastos corrientes y se ha paralizado el plan de digitalización de las aulas. En cuanto al recorte universitario de 144 millones, éste recaerá principalmente sobre la Universidad de Barcelona que deberá reducir en 45 millones de euros su presupuesto, según fuentes sindicales. De momento, siguen abiertas las negociaciones para determinar cómo aplicar el recorte.