Barcelona

La fuga de dos lobas cuestiona la seguridad del Zoo de Barcelona

Los animales saltaron una valla. El parque revisará las instalaciones

Una de las cinco lobas ibéricas de la camada del Zoo, tras la huída
Una de las cinco lobas ibéricas de la camada del Zoo, tras la huídalarazon

Barcelona- Como en los cuentos de los hermanos Grimm –Caperucita Roja o Los tres cerditos–, donde aparece el personaje del lobo feroz, la fuga de dos lobas, ayer en el Zoo de Barcelona, tuvo un final feliz. Más feliz que la última huida registrada en el parque –el próximo 25 de abril hará un año–, cuando un pavo que se escapó provocó un accidente de tráfico en la ronda litoral.
Para escaparse de su jaula, las lobas, la madre y hembra alfa y una de sus hijas, se limitaron a saltar la valla. El director del Zoo, Miquel Trepat, explicó que los animales se pusieron nerviosos cuando unos operarios estaban descargando un antílope en la jaula de al lado. Según los apuntes del «amigo de los lobos», Félix Rodríguez de la Fuente, los antílopes, junto a las ovejas, las cabras, cerdos, ciervos, caballos y bisontes, son el alimento preferido de los lobos.
Sin embargo, ni la madre, que se llama Penélope, ni la hija probaron bocado. La cría fue capturada nada más saltar, pero Penélope logró escapar y con su huída se encendieron las alarmas. El parque cerró sus puertas y trasladó a los cerca de 900 visitantes (entre ellos 17 grupos de escolares) a un lugar seguro, se repartieron entre el terrario y el delfinario. Se invitó a los diputados a no abandonar el Parlament. Y como corrió la voz de que la loba se estaba paseando por el barrio del Born, hasta allí se trasladaron una decena de unidades de la Guardia Civil y dotaciones de los Mossos d'Esquadra.
Los lobos pueden alcanzar, durante una persecución, los 65 kilómetros por hora, pero resulta que la loba era como la de la canción de Shakira, «sigilosa al pasar», y estaba escondida al lado del lugar donde se escapó.
Cuando la descubrieron, la sedaron y el alcalde de Barcelona se apresuró a decir que «nadie ha estado en peligro en ningún momento». Jordi Hereu avanzó que se tomarán medidas para que no se vuelva a repetir, tras tachar el incidente de «aislado». Pero en 1989 se escapó un gorila y en 2004 una cabra hispánica paseó su cornamenta cuatro horas por la ciudad.