Sanidad deja la Ley del Tabaco en manos de los grupos parlamentarios

Trinidad Jiménez dejará en manos del Parlamento la modificación de la Ley del Tabaco. Así se lo propone a los grupos parlamentarios en la misiva que les ha enviado junto al borrador de la reforma y a los que ha tenido acceso LA RAZÓN: «El propósito del Ministerio es que la modificación de la ley actual se tramite como proposición de ley, suscrita por el mayor número posible de grupos parlamentarios, en búsqueda del consenso que siempre ha guiado mi actuación en este ámbito».La buena intención de Jiménez, que no necesitaba pasar por el Parlamento para cambiar la ley, la exime de ser la responsable última del cambio de una normativa a la que se han opuesto los hosteleros por las repercusiones que tendría en plena crisis económica. La burocracia de las Cámaras demorará la aprobación del proyecto por lo menos hasta el próximo curso político. De hecho, la fecha de entrada en vigor de la nueva ley es otro de los temas que Jiménez lanza a sus compañeros de hemiciclo: «Considero pertinente que sea durante el trámite parlamentario, como parte de la reforma, cuando se aborde la fecha más adecuada para la entrada en vigor de la misma». Su decisión valora la «opinión de otros grupos políticos sobre la oportunidad de aprobar una reforma de la Ley 28/2005 en unos momentos de difícil situación económica».La modificación de la ley que la ministra ha hecho llegar a los diputados consiste exclusivamente en retoques del texto actual, del año 2005, y tiene como objetivo fundamental «ampliar la prohibición de fumar a todos los espacios públicos cerrados», como explica la propia Jiménez en su misiva.El texto del borrador convierte en lugares sin humo a todos los bares, restaurantes, salas de fiesta, bingos, casinos y discotecas, sin excepción e independientemente de su tamaño. Si bien les permitirá seguir vendiendo tabaco «con la intención de no perjudicar la economía actual de los establecimientos de hostelería autorizados a la venta», dice la ministra.Tampoco se podrá fumar en instalaciones deportivas y lugares donde se desarrollen espectáculos públicos que no estén al aire libre, en aeropuertos y estaciones de cualquier tipo.El redactado añade a la norma de 2005 la prohibición de fumar en las «zonas anejas cerradas» a centros sanitarios y docentes y formativos. Eso sí, establece la excepción de disponer hasta un 30% de las habitaciones de hoteles y hostales para uso de fumadores, «siempre que estén separadas del resto de habitaciones y con ventilación independiente».Impacto no relevantePor primera vez, la titular de la cartera de Sanidad reconoce que la prohibición total de fumar en los bares y restaurantes causaría un daño a la hostelería, aunque «no tendría un impacto económico relevante», dice. Estudios de la Federación Española de Hostelería cifraron las pérdidas en hasta un 45% para bares pequeños, entre un 25 y un 35% para salas de bingo, un 15-20% para cafeterías, bares grandes y de copas y de un 7% para los restaurantes. Fue la presión de los hosteleros y las críticas de las autonomías las que llevaron a la ministra de Sanidad a retrasar su proyecto de endurecimiento el pasado mes de febrero, pese a haber anunciado que tendríamos una legislación más restrictiva a finales del semestre de Presidencia de la UE. Tres meses después de la congelación del proyecto, Jiménez lo vuelve a poner sobre el tapete, pero esta vez se lava las manos y lanza el polémico retoque al ruedo del Congreso para que los diputados la toreen como puedan.

Ni terapia, ni exencionesLa modificación de la Ley del Tabaco no incluirá la financiación de la terapia de deshabituación tabáquica por parte de la Sanidad pública, ni tampoco recoge posibles exenciones fiscales para los hosteleros que hayan tenido que realizar obras para adaptar sus locales a las zonas de fumador y no fumador que definía la ley de 2005. La ministra es clara en su carta a los grupos parlamentarios: «El objetivo esencial de la propuesta de reforma es ampliar la prohibición total de fumar a todos los espacios públicos cerrados», y así lo demuestra con el contenido del proyecto: apenas tres folios para corregir todas las excepciones que permitían fumar en lugares cerrados.