La UE amenaza a Kirchner por el veto al jamón

BRUSELAS / MADRID- Las fuertes barreras proteccionistas que está imponiendo el Gobierno de Cristina Fernández Kirchner en Argentina parece que pronto pasarán factura al país suramericano. Con una estrategia basada en frenar las importaciones para tratar de aumentar las exportaciones y hacer así más fuerte a su industria nacional para preservar las divisas, Kirchner ha puesto en su contra a varios organismos internacionales y a entidades supranacionales como la UE, que están dispuestas a denunciarla allá donde sea necesario.

Lo que parecía complicado con la expropiación de la filial argentina de Repsol, YPF, llevar a Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), parece ahora mas accesible tras el anuncio hace unos días de un posible veto a las importaciones de jamón. Y es que la Comisión Europea anunció ayer que estudia llevar ante el organismo internacional los planes del Gobierno de Argentina de restringir las importaciones de jamón de España e Italia, al considerar que podrían ser incompatibles con las reglas internacionales.

«Estamos muy preocupados por las informaciones de prensa que apuntan a que Argentina planea reducir o detener las importaciones de jamón de la UE», manifestó el portavoz comunitario de Comercio, John Clancy.

De confirmarse la decisión del Gobierno de Kirchner –como finalmente ocurrió con las amenazas de nacionalización de la filial de Repsol– , sería «una medida injustificada más dentro de la política de importaciones de Argentina, que no consideramos compatible con las reglas de la OMC», planteó Clancy.

La Comisión Europea estudia ahora todas las opciones, después de haber manifestado a Buenos Aires, a través de la vía diplomática, sus preocupaciones sobre las últimas decisiones proteccionistas del gobierno argentino.

Sin embargo, por el momento, las autoridades españolas no han recibido comunicación alguna de que se hayan cancelado pedidos de ningún exportador español.

La resaca de la expropiación
Kirchner avanza con su amenaza contra el jamón por una senda que, lejos de mejorar la situación económica de su país, sigue empeorándola. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) anunció ayer que las continuas intervenciones políticas de su Ejecutivo no reducirán las necesidades importadoras de energía del país, sino que añaden «temor» a los posibles inversores multinacionales en un momento en que si algo necesita el país es dinero para no tener que comprar más gas y petróleo fuera a corto y medio plazo.

Vaca Muerta, un gigante
Argentina posee una de las reservas de hidrocarburos no convencionales más importantes del mundo, Vaca Muerta. En sus entrañas hay más de 20.000 millones de barriles equivalentes de crudo, pero para su extracción se necesita una inversión anual de unos 25.000 millones de dólares, que Buenos Aires no tiene ni de lejos. Y la incertidumbre que ha generado la expropiación de YPF no contribuirá, precisamente, a atraer capitales en un momento en que el país los necesita más que nunca para explotar Vaca Muerta.

El pasado ejercicio, Argentina registró un déficit energético superior a los 3.000 millones de dólares por primera vez en muchos años. Su fuerte crecimiento, así como una política de precios subvencionados a los hidrocarburos, han disparado su demanda de modo exponencial en los últimos años. A ello se ha sumado la caída de producción de sus pozos, y no por la falta de inversión de que se acusó a Repsol para justificar la expropiación de YPF, sino por su declive natural. Todo dibuja un sombrío panorama energético para el país.

A LA ESPERA DE NOTICIAS
España está a la espera de ver cómo se instrumenta la decisión de Argentina sobre el jamón, para verificar si cabe un «ataque judicial» ante la OMC. Sólo podría denunciarse si la decisión conlleva una norma de obligado cumplimiento. Pero si es una «mera recomendación, será más complicado», dijo el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.