Alimentación
El boom del antiaging por José Antonio VERA
El sueño más antiguo del hombre es posiblemente el de la inmortalidad. La ciencia lleva siglos en ello y no lo consigue, pero si es verdad que cada vez vivimos más y mejor. En los últimos tiempos está habiendo una ebullición del denominado antiaging, tratamientos encaminados a lograr que se viva más y en condiciones más óptimas. Una de las claves está en la alimentación, frugal y poco calórica, la otra en el ejercicio físico moderado y permanente, y una más en la activación de las denominadas sirtuinas, un tipo de proteínas en las que podríamos encontrar la llave de la longevidad y la salud. Los estudiosos de la longevidad ha introducido la última novedad antiedad: los test genéticos para conocer qué personas tienen los telómeros (enzimas de la juventud celular) más cortos de lo habitual, lo que revelaría quien va a envejecer antes. Además, algunas clínicas hacen los «biochips» de ADN, que permiten detectar hasta 70 alteraciones genéticas asociadas a patologías relacionadas con el envejecimiento. Los expertos en atiaging hacen una serie de recomendaciones. Por ejemplo, media hora diaria y como maximo 60 minutos al día, 3 veces por semana, de ejercicio físico. Más ejercicio puede producir estrés oxidativo y originar el efecto contrario al deseado. Las personas de edad avanzada deben caminar, a un ritmo rápido, durante ese tiempo, amen de natación y control del estrés. La dieta debe ser baja en grasa y alta en carbohidratos complejos y, sobre todo, verduras y frutas. Las grasas preferiblemente deben ser monoinsaturadas, como el aceite de oliva virgen, los frutos secos y el pescado azul, rico en ácidos grasos Omega 3. También se ha de incrementar la cantidad de fibra en la dieta. Ésta se encuentra en las frutas, legumbres y verduras, especialmente en su piel, y en los cereales integrales.También se recomienda el consumo moderado de alcohol, máximo 2 copas al día, a ser posible de vino tinto. El resveratrol del tinto tiene la cualidad de activar las sirtuinas, esas proteínas antes citadas que sirven para prolongar la edad. Y es fundamental mantener el peso preferiblemente entre el 5 y el 10 por ciento por debajo del considerado ideal. Está demostrado que aumenta la longevidad. Hay mucha literatura acumulada sobre el hecho de que una menor ingesta de alimentos ayuda a prolongar la vida. En experimentos científicos, reducir la ingesta de comida entre un 30 y un 40 por ciento prolonga la vida de las levaduras, gusanos, moscas, ratones y perros. La gente que vive mucho no come demasiado, sino más algo menos de lo que se considera normal. O sea, que se quedan casi siempre con hambre. Y además caminan para ayudar a la digestión, y llevan una vida muy tranquila y sin estrés. El doctor José Sabán aporta su visión del «rejuvenecimiento» por dentro, consistente en tonificar las arterias y mejorar la pared vascular, el endotelio, para aminorar el deterioro de órganos y tejidos. Visión novedosa que quedó plasmada en un reciente congreso de la Sociedad de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad.
✕
Accede a tu cuenta para comentar