Feria de Málaga
«Cuando han salido toros en este San Isidro los toreros no los han cuajado»
oreros, ganaderos y taurinos analizan una feria «gris» y un futuro que «precisa cambios»
Con el devenir de la primera feria del mundo como mejor contexto posible, la gris marcha del serial isidril, la evolución y el futuro del mundo del toro, la clonación de astados y, cómo no, la crisis fueron los temas estrella de la octava jornada de las Tertulias de San Isidro, organizadas por el diario LA RAZÓN.Con la preocupación de una feria que, hasta el momento, en corridas de a pie sólo lleva cuatro orejas desperdigadas como eje principal, los presentes echaron en falta un golpe de efecto que disipe las sombras de este San Isidro. Y es que como bien afirmó el torero madrileño Miguel Abellán «ni siquiera ha habido una faena de verdad, aunque fuera sin premio». «Aunque ha habido corridas infumables y la proporción de animales lidiados es muy alta para los pocos que han embestido, cuando ha habido toros, no se han cuajado», asumió el de Usera.«Este año, en general, están mejor los toros que los toreros», afirmó el veterano Carlos Escolar «Frascuelo» destacando «algún toro de Alcurrucén importante para la muleta», o «la de Los Bayones», añadió José Miguel Pérez «Joselillo», que compartió tarde con el murciano Rafaelillo ante la de Dolores Aguirre, que sorteó «dos toros cumbre para Madrid». Sin embargo, todos los elogios recayeron por unanimidad en el encierro de Puerto de San Lorenzo.«Fue un completo corridón, la única pena es que no hubo goles, no sé qué pasó, por qué los toreros no se entendieron con ellos. El cuarto y el sexto fueron magníficos, pero es que también los tres primeros se dejaron», sacó pecho lleno de orgullo, Lorenzo Fraile, propietario de la vacada charra, que calificó el ganado del pasado 18 de mayo como «el mejor» que ha mandado a Las Ventas «en presentación, hechuras y juego». Seis reses seis de dulce, para el recuerdo. Precisamente, para que no caigan en ese saco roto llamado olvido, la ciencia está dispuesta a echar un capote con la clonación.«No termino de verlo, la cosanguineidad nunca fue buena, por mucho que haya tres espadas distintos si sacamos seis toros iguales... matamos la Fiesta nosotros sólos sin ayuda de nadie», explicó Fraile, replicado por el también ganadero Victoriano del Río, que ya clonó tiempo atrás a su semental estrella «Alcalde».«Cuando lo hice, me garantizaron que sería exactamente igual en todo, menos en el caracter, eso era imposible garantizarlo, porque su comportamiento variará según las circunstancias. Por ello, estoy seguro de que ninguno toro clonado sería igual a otro», analizó apenas una semana antes de que sus bureles pisen el albero venteño.Ese salto evolutivo en la Tauromaquia preocupa a la gente del toro. Consciente de que el futuro pasa por adaptarse a los tiempos. Renovarse o morir. «Todos los adelantos que vengan, mejor. Debemos dejarnos aconsejar por gente de fuera del mundo del toro, siempre eso sí, manteniendo un espectáculo íntegro, porque no hay que recortar nada, sino aportar», confesó Abellán.«Tenemos que abrir los engranajes del marketing, que el turista cuando llegue igual que hubo una época que veía el vaquero con un lazo de una tabacalera, ahora vea cualquier detalle de la lidia que lo enganche a ir a un coso», solicitó Victoriano del Río.Para el pintor taurino José López Prieto, el problema reside en que «mucho público va a los toros a dejarse ver, como si fuera un escaparate». Es fruto de «esta sociedad de la publicidad, la gente piensa que el toro dura quince minutos». Por este motivo, «hay que hacer una apuesta por que se vea también lo que hay fuera de una plaza de toros». «Tenemos que acceder al gran público, llevarle al campo, y ponerle en contacto con el Medio Ambiente, con ese mundo tan bonito que apenas trasciende», comentó un Joselillo, aún convaleciente tras la cornada sufrida en la primera semana de feria por un toro de Dolores Aguirre. El pucelano se recupera «satisfactoriamente con ultrasonidos y estiramientos» del percance sufrido ante una res «muy agresiva». «Todos sabíamos lo que llevaba dentro y que me podía poner en un apuro como sucedió, me cogió con mucha saña, pero en una plaza como la de Madrid, hay que ponerse. Sinceramente, pensé que tendría ocho o diez arrancadas antes de ponerse realmente peligroso, pero ni eso», lamentó.Rápidamente, Abellán entra al quite: «No tiene recompensa alguna recibir una cornada así, no se valora ese esfuerzo extra, igual que el gesto de matar una corrida de las duras. Si el premio por jugártela de verdad es que te metan en otro cartel con la Adolfo Martín, Cuadri, o Dolores Aguirre, por ejemplo, pues... casi que se queden mejor ellos con el premio». La crisis actual también saltó a la mesa entre plato y plato. Momento difícil que el sastre de toreros Enrique Vera está notando: «Donde antes te pedían dos trajes por temporada, ahora te piden uno y arreglar los que ya tienen».Y es que matadores y ganaderos también lo están pagando. «Se ha reducido mucho el número de festejos, sobre todo, en los pueblos. Si antes se daban tres corridas, ahora se da una y dos novilladas, se ajustan mucho los presupuestos y el mercado se cierra», lamentó Fernando Cruz.
EL MENÚ- LUGAR: Restaurante Café de Oriente; plaza de Oriente 2, en Madrid. - PLATOS: Espárragos blancos gratinados con txangurro. Rape en salsa americana y almejas. Solomillo de carne roja a la sartén y tirabeques. Bizcocho de almendras con requesón. Café e infusión delicias de nuestro obrador.- VINOS: Manzanilla Juncal; Paso de la Plata 2009; Conde de Romanones Rv 2005; Pedro Ximenez de Garvey.- Aroma: Jazmín, de Álvarez Gómez Balneario.
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