FARC

Tontos de capirote

La Razón
La RazónLa Razón

Los terroristas lo han vuelto a conseguir. De nuevo acaparan portadas e informativos con un titular engañoso: ETA decreta un alto el fuego «permanente, general y verificable». Y eso, atención, nos lo cuentan tres individuos con la boina enroscada hasta los agujeros de la capucha. La pregunta es de cajón: si albergan tan buenas intenciones ¿por qué no lo han comunicado a cara descubierta?. Eso sí que hubiera sido verificable.

En cuanto al comunicado, no tiene desperdicio: aparte de seguir dando la matraca con el derecho de autodeterminación–al que, por supuesto, vuelven a vincular su desaparición definitiva–, termina con un «viva Euskal Herria socialista» que demuestra que, entre otras cosas, estas tres sotas de bastos con capirote deben vivir en otro planeta. Como acto de caridad, alguien voluntarioso –quizá Eguiguren–tendría que explicarles varias cosas: para empezar, quién es el actual lendakari y a qué partido pertenece; después, que lo de la autodeterminación ya aburre hasta a las ovejas latxas de Arantzazu; y por último, que el atuendo, a fuer de grotesco y poco favorecedor, no es el más adecuado para estos menesteres. No es que esperásemos gran cosa de este comunicado que, como los anteriores, ha llegado precedido de la correspondiente fanfarria con la que suponemos pretendían crear una expectación razonable, pero lo cierto es que su contenido sólo sirve para ratificar que la banda terrorista es desde hace tiempo un calco de la Swanson en su patético papel de Norma Desmond en «El crepúsculo de los dioses», sólo que en este caso, además pretende que las fuerzas políticas democráticas actúen como Joe Guillis reescribiéndole un guión que le permita volver a ser la estrella que, en su desvarío, cree que algún día fue. Si no fuera porque hablamos de asesinos, hasta darían un poco de penita.