La UE entierra la iniciativa española de cambiar la relación con Cuba

MADRID- España se ha quedado sola. La cruzada personal del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, será enterrada definitivamente hoy en el Consejo de Ministros de Exteriores que se celebra en Luxemburgo. La Presidencia española no ha logrado convencer al resto de socios europeos de la necesidad de flexibilizar las relaciones con los Castro y todo indica que la Posición Común establecida en 1996 por José María Aznar seguirá vigente, al menos, un año más.Lo cierto es que la actuación de la dictadura cubana en estos seis meses de liderazgo español no ha hecho sino reafirmar a los más escépticos en sus posturas, entre ellos Suecia, Alemania, República Checha y, más recientemente, Francia. La muerte del preso político Orlando Zapata tras una dramática huelga de hambre de 86 días el 23 de febrero abrió la espita. Mientras Zapatero era incapaz de emitir una condena firme en Ginebra (ni siquiera nombró al activista en su discurso en la ONU), el Parlamento europeo dejaba a España con la cara roja aprobando una de las resoluciones más duras que se recuerdan.In extremisLa condena internacional fue de tal magnitud que el régimen castrista plantó a España en la reu- nión de diálogo político prevista para abril en Madrid. Inasequible al desaliento, Moratinos trató de seguir recabando apoyos (la unanimidad es necesaria) para transformar la relación establecida bajo la Presidencia europea de Aznar, «unilateral y obsoleta» según el ministro, en otra bilateral y que no esté condicionada por el respeto a los derechos humanos y el diálogo con la disidencia. Con las aguas más calmadas, Moratinos se reunió por sorpresa la semana pasada en París con el canciller cubano, Bruno Rodrí-guez, en nombre de la UE, aunque poco había ya que hacer. Según la agencia Afp, los 27 aprobarán en el Consejo de hoy un documento en el que reitererán su «preocupación por la falta de progresos en la situación de los derechos civiles y políticos en Cuba», recordando su «consternación» por la muerte de Zapata. Al parecer, los jefes de la Diplomacia europea debatirán la opción de abrir un «proceso de reflexión sobre el futuro de las relaciones con Cuba» que estaría supeditado, en cualquier caso, a «esfuerzos de la otra parte».La última maniobra de La Habana, que el sábado dejó en libertad a otro preso agonizante, sólo convenció a España. Exteriores se congratuló de un «gesto» que llega tarde para el resto de la UE.