Artistas

2008

La Razón
La RazónLa Razón

Un año más (si nadie lo frena esto va a terminar convertido en tradición) aquí sigue la columna enlatada de cada fin de ídem con la pretensión de resumir doce meses tal si esto fuera un teletipo con pretensión de prosa. Que ni lo uno ni lo otro.
2008 comenzó con Carla Bruni, con un español camino del Oscar, con la crisis oteando el horizonte, con Bush temblando en la silla, con promesas aburridas que jamás se cumplen... y acaba más o menos igual: con Carla Bruni, con una española camino del Oscar, con la crisis, ahora de verdad, hundiendo hasta el horizonte, con Bush temblando por culpa de un zapatazo fenomenal y con las promesas aburridas de unos y otros postergadas hasta nuevo aviso.
Conclusión: la vida, incluso la periodística, de tan cíclica, a veces pinta un poco aburrida. No tanto como para que el aquí firmante empiece a amargarse sin haber cumplido la treintena, no se alteren, pero sí como para sospechar que una temporada dedicada a la contemplación del crecimiento de las berzas no supondría un parón en la rueda de los acontecimientos. Dicho lo cual y con la sensación de que la única (y feliz) novedad de este 2008 ha sido perder ciertos kilos sobrantes que esperemos no regresen nunca, pensemos que 2009 no suena mal: Carla Bruni dará un heredero a Sarkozy en cuanto se despiste Francia; Penélope se llevará el Oscar y uno, que es penelopista desde el jamón-jamón y la tortilla de patata, lo celebrará arrebolado; la crisis hará que, con suerte, algún rico inmerecido se arruine un poco; Bush seguirá temblando en su rancho, pero de risa, por ver cómo ha dejado el patio, y los de siempre continuarán postergando sus promesas hasta 2010. Pero para entonces ya hablaremos. De momento, feliz año nuevo y que no sea nada.