España

Piquetes totalitarios por Santiago Abascal

La Razón
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Han fracasado de nuevo, con estrépito. Todos los hemos visto otra vez; malencarados, zafios, groseros, vociferantes, violentos, liberticidas. Los piquetes han campado a sus anchas amenazando, agrediendo y haciendo uso del terror para impedir el derecho al trabajo y la libertad de circulación de los ciudadanos. Sólo así consiguen vencer a la voluntad de los españoles de ser plenamente libres, aliados con la violencia y con las amenazas intolerables en un Estado democrático de Derecho. Hace tiempo que llegó la hora, y ayer lo comprobamos de nuevo, de regular el ejercicio del derecho a la huelga por ley, y de prohibir sin matices la actividad de los piquetes informativos, último vestigio del totalitarismo en España. Vivimos en una sociedad suficientemente informada para que los cafres de siempre entren a voces en los comercios «informando» de que nos romperán los cristales o la crisma si no hacemos lo que ellos quieren. Todo ante la mirada atónita, impotente e indignada de los policías.

Los partidos políticos, según la ley electoral, tienen prohibida cualquier actividad informativa en la jornada electoral y en la jornada de reflexión para que el voto no sea condicionado. Y cometen delito electoral los que violentan esta norma. Para los sindicatos, en cambio, ancha es Castilla, y cuando convocan huelgas tienen el derecho de ir a presionar a los centros de trabajo. Esto se tiene que acabar. En el día de la huelga no debería estar permitido ni siquiera manifestarse con objeto de apoyar la huelga y asustar a los que no la hacen. Entonces veríamos la fuerza real de los sindicatos y de sus camisas pardas.